Mejor aniversario, imposible
10.177 ciclistas tomaron la salida ayer en Sabiñánigo para disfrutar de la Quebrantahuesos y de la Treparriscos.
Y es que un año más, la ilusión, el compañerismo, la pasión por el deporte, los retos personales, la emoción y la satisfacción de formar parte de esta gran cita deportiva, destacaron por encima de todo. Ayer no importó madrugar y desde primera hora, fueron muchas las personas que no quisieron perderse la espectacular salida de las dos pruebas: la XXV Quebrantahuesos a las 7.30, con 8.248 corredores, 200 kilómetros y cuatro puertos (Somport, Marie Blanque, Portalet y Hoz de Jaca); y la XII Treparriscos, a las 8.15 con 1.929 ciclistas, 83 kilómetros y dos puertos (Cotefablo y Fiscal).
El pistoletazo de salida volvió a ser grandioso, con los miles de cicloturistas cruzando la línea que les iba a llevar a disfrutar de una jornada inolvidable. Les costó salir casi una hora. Para algunos la experiencia no era nueva, ya que había mucho veterano que conoce a la perfección todo el recorrido. Pero también había otros que debutaban y que repetirán en próximos años. Y desde el primer momento, les acompañaron los ánimos del público, tanto en Sabiñánigo como en las otras 11 localidades que atraviesa, así como en los puertos, donde la asistencia fue "todo un espectáculo", según describieron algunos corredores.
Las redes sociales ayudaron a seguir el paso de los ciclistas por los diferentes puertos, así como la pantalla que se instaló en la zona de salida y meta, en Pirenarium, que tuvo muy buena aceptación ya que durante toda la mañana hubo mucha gente pendiente de cómo se coronaba cada puerto.
Poco antes de las 11.00 entró en meta el primer corredor de la Treparriscos, Alexander Juanikorena, de San Sebastián, y desde ese momento, la zona de Pirenarium recibió una riada de ciclistas. A la llegada, todos comentaron la experiencia. Para algunos fue mejor que para otros en cuanto a tiempos, pero en general, todo eran caras de felicidad y buenas palabras de compañerismo. Poco después de las 13.15 fue el turno del primer cicloturista de la Quebrantahuesos, Jordi Berenguer, que reconoció haber cumplido el sueño que tenía. Y además de los miles corredores anónimos, también participaron exciclistas ilustres como Abraham Olano o el pentacampeón del Tour Miguel Indurain, protagonista de una de las escapadas.
La climatología fue excepcional durante todo el recorrido, con una jornada muy estable en la que el sol lució prácticamente a lo largo de todo el día. Se contó con un total de 187 efectivos de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, un equipo médico formado por 158 sanitarios y enfermeros, 17 médicos, 34 ambulancias, un sistema de seguimiento por satélite y 12 puntos de control intermedio.
La labor de los voluntarios y la organización fue exquisita, y así lo destacaron muchos corredores al llegar a la meta, al igual que el paisaje que se atraviesa y que ayuda a disfrutar más aún si cabe de esta gran fiesta del cicloturismo.
Casi 8.000 inscritos se quedaron fuera tras el sorteo de la Quebrantahuesos. Por ello, la organización, la Peña Ciclista Edelweiss y Octagon, trabajan para que esta marcha, la cicloturista más multitudinaria e importante del país, siga creciendo. "Estamos limitados por la parte francesa para el paso de deportistas, pero seguiremos trabajando para que vaya a más y mejorar, aunque estamos en un nivel altísimo", apuntó Fernando Escartín, presidente de la peña.
Su balance de esta 25 edición es "muy bueno", ya que "no se han producido caídas importantes, a nivel de voluntarios ha estado todo perfecto y su trabajo ha hecho que esta prueba llegue hasta este nivel y que hayamos podido vivir un día muy especial de cicloturismo", concluyó el biesquense.