La quema de cuatro contenedores obliga a desalojar a una pareja y un bebé de su casa

El fuego reventó los cristales de las ventanas, destruyó tuberías y dañó tres coches en San José.

El incendio afectó al tendido eléctrico de la calle y ennegreció la fachada del inmueble.
El incendio afectó al tendido eléctrico de la calle y ennegreció la fachada del inmueble.
F. Jiménez

Un nuevo acto vandálico puso ayer en grave riesgo la vida de los vecinos del número 16 de la calle de Luis Aula del barrio de San José. En concreto, la de una pareja que vive con su niña de 20 meses en uno de los pisos de la planta principal. Los tres fueron desalojados por los Bomberos segundos antes de que los cristales de las ventanas de las habitaciones en que dormían reventasen y el humo tóxico que ascendía por el exterior penetrase en la vivienda inundándola por completo.


Jéssica U., la joven madre, contaba ayer que estaban durmiendo con las persianas bajada para que la niña descansara bien y que no se enteraron del incendio hasta que los bomberos llamaron a su puerta. "Al abrir, entró una bocanada de humo y calor y salimos corriendo", señalaba.


Ellos fueron los más afectados por la enésima quema de contenedores que se registra en Zaragoza, pero el fuego también alcanzó el sistema eléctrico y las tuberías del inmueble que pasan por un local que hay en los bajos y que, igualmente, resultó muy dañado por el incendio. Sobre todo, porque en su interior había cables de luz, tubos de plástico y ruedas. En la calle, un turismo de una vecina de la calle de Raquel Meller quedó siniestro total y dos más sufrieron graves desperfectos.


A media tarde, los vecinos seguían sin teléfono ni agua y dos obreros se afanaban en reparar las canalizaciones para poder restablecer el suministro. "Intentaremos acabar lo antes posible, pero todo está muy tocado", decían los operarios Adrian y Constantin.


El fuego se detectó sobre las 2.00. Como en otras muchas ocasiones, los bomberos recibieron el aviso de que un contenedor estaba ardiendo y desplazaron hasta el lugar una dotación habitual en estos casos, es decir, un vehículo llamado ‘bomba urbana ligera’ que tiene una carga de agua normalmente suficiente para sofocar estos incendios. Sin embargo, al llegar se encontraron con que el fuego era muy virulento, había entrado en un local y amenazaba una vivienda. Por eso, se vieron obligados a pedir refuerzos y trasladar la autoescala de 30 metros, un vehículo de mando, otra bomba urbana ligera, otra llamada nodriza pesada y la ambulancia.


"El incendio se había convertido en algo mucho más grave y decidimos enviar medios como si se tratara de un incendio en piso", contó el jefe de sala del 080.


Los vecinos manifestaron que hace un año se dirigieron por escrito al Ayuntamiento para pedir que retirara el grupo de contenedores que hay en su puerta, dado que es una acera estrecha. "Nadie nos ha respondido y ahí siguen", decía una residente señalando los cuatro nuevos depósitos que FCC repuso por la mañana.


Criticaron que estos depósitos, que tienen más capacidad que los anteriores, están hechos con un material que prende con mucha facilidad. "Está claro que la culpa es de los criminales que los queman, pero alguna responsabilidad tendrá también quien decide poner en la calle algo que arde como la cera", manifestó el propietario de uno de los pisos.


Los afectados aprovecharon para reclamar el cambio de ubicación de los ‘containers’, ya que justo enfrente la acera es más ancha y no hay viviendas. "El problema es que los camiones de recogida son de carga lateral por la derecha y todos los ponen en ese lado, haya o no haya peligro", afirmaron. Fuentes municipales señalaron que la ubicación de los depósitos se trata de consensuar con los vecinos y reconocieron que los camiones solo cargan por la derecha y que las rutas que hacen suelen ser las más "lógicas y prácticas".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión