Un juez decidirá si la UZ debe readmitir a un alumno con una enfermedad en la cadera

El Campus anuló su matrícula en Ciencias del Deporte "para no empeorar su salud".

Héctor pide su readmisión y que se adapte el grado a su enfermedad
Héctor pide su readmisión y que se adapte el grado a su enfermedad
Beatriz Bona

El juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Zaragoza acogerá el próximo 13 de julio la primera vista de un caso que enfrenta a la familia de Héctor B., un joven aragonés con una enfermedad en la cadera, con la Universidad de Zaragoza, que anuló a principio de curso su matrícula en el grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (CCAFD) al entender que su afección física "se podía agravar" como consecuencia de "los impactos en los deportes de práctica obligatoria" para la obtención del título. El chico, natural de Utebo, padece la enfermedad de Perthes, que con el paso de los años puede derivar en artrosis.


Según explica el vicerrector de Estudiantes Fernando Zulaica, además de obtener la nota mínima que exige la carrera, para cursar CCAFD es preciso "presentar un certificado médico que acredite que el alumno puede llevar a cabo cierto esfuerzo físico", un requisito que la Universidad de Zaragoza "aprobó en 2003 y lleva pidiendo desde entonces". El Campus asegura que el estudiante "no presentó" este documento en primera instancia y que cuando lo hizo "vieron que era apto para la práctica deportiva, pero no con impactos".


La madre del chico, Beatriz Bona, asevera que "la Universidad tenía el historial médico siete meses antes de hacer la matrícula en julio", un extremo que Zulaica niega. "En octubre, al encontrarnos con el problema, llamamos a un experto médico (un catedrático de la Universidad) que determinó que los movimientos bruscos pueden generar un empeoramiento de su salud", apunta el vicerrector.


La familia pide la readmisión inmediata en el grado y que la Universidad realice "las adaptaciones necesarias" para que el alumno pueda cursar la carrera. En sus escritos se escudan en que la Universidades de Valencia y la Miguel Hernández (Elche) permiten matricularse a alumnos con discapacidades parecidas. Desde la Universidad de Zaragoza se indica que los planes de estudios son diferentes y que los deportes que se practican en el centro de Huesca están más "orientados a la montaña" y, por tanto, "implican más impactos" y pueden ser "más lesivos".


Beatriz Bona sostiene que "la realidad es que sí puede realizar el deporte adaptado porque protege su cadera, pero para eso la Universidad tiene que hacer adaptaciones y eso es lo que no quiere, a pesar de que una de las optativas del Grado es 'Deporte Adaptado'".


En el momento de formalizar la matrícula, Héctor tenía diagnosticada una discapacidad del 41%, por lo que accedió por el cupo que se reserva a personas con una minusvalía superior al 33%. Un nuevo examen médico en el Salud rebajó el porcentaje de discapacidad al 10%, aunque este diagnóstico está también recurrido y tendrá que ser la Justicia, también en este caso, la que determine quién tiene razón.


En el momento de negarle la matrícula, desde el Vicerrectorado de Estudiantes se le ofreció al joven "estudiar cualquier otra carrera", una posibilidad que tanto el alumno como su familia declinaron ya que "su sueño es ser profesor de deporte adaptado".


11.500 firmas


La madre de Héctor impulsó recientemente una recogida de firmas virtual en la plataforma Change.org para pedir la readmisión en el Grado. A las 13.00 de este martes ya había logrado casi 57.000 adhesiones.