El incendio se produjo sobre las once de la noche en la calle de Inglaterra y fueron los propios vecinos quienes, alertados por las llamas, avisaron a la sala del 091.El vehículo rociado con combustible se hallaba correctamente aparcado en la citada vía, donde parece que vieron detenerse a los pirómanos. De hecho, fueron los datos facilitados por los testigos con las características de su turismo los que permitieron localizar después a los fugados en el barrio Oliver.

Según fuentes de la Jefatura Superior de Aragón, por fortuna, los daños materiales causados por el incendio no fueron demasiado importantes, ya que la rápida intervención de los vecinos evitó que el fuego se extendiera a otros vehículos e incluso a las casas colindantes, dado que se trata de una calle muy estrecha. Para impedirlo, los propios residentes arrojaron cubos de agua sobre el turismo incendiado.

Los presuntos causantes del fuego permanecieron detenidos en dependencias policiales hasta este jueves, cuando fueron conducidos al juzgado de guardia de Zaragoza.Tras declarar ante el juez asistidos por sus abogados y acusados de un delito de incendio, ambos quedaron en libertad con cargos.