La rambla del Jorgito, sin limpiar por trabas burocráticas

La calle está cubierta por la capa de grava que dejó una avenida el pasado día 1 y el Ayuntamiento no puede intervenir sin permiso de la Confederación del Júcar.

La calle por la que discurre la rambla del Jorgito, cubierta de grava y piedras arrastradas por la riada.
La calle por la que discurre la rambla del Jorgito, cubierta de grava y piedras arrastradas por la riada.
l. r.

La rambla que discurre por una calle del barrio del Jorgito de Teruel permanece cubierta de la grava y las piedras arrastradas por la fuerte avenida registrada el pasado 1 de junio, cuando una tormenta provocó una riada que cubrió la calzada de una capa de sedimentos que en algunos tramos alcanza los cuarenta centímetros de espesor. El amontonamiento de los áridos depositados por el torrente dificulta el acceso a las casas de la calle, una de ellas habitada.


La concejala de Barrios, Rocío Féliz de Vargas, reconoció que se había comprometido con el vecindario a limpiar el pavimento de la calle la semana pasada, pero un contratiempo burocrático que calificó de "surrealista" ha retrasado la operación, que deberá efectuarse con maquinaria pesada contratada por el Consistorio.


Féliz de Vargas indicó que, para intervenir en la calle, el Ayuntamiento precisa de la autorización previa de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) porque, aunque se trata de una vía urbana esta catalogada como "dominio público hidráulico", y el permiso del organismo de cuenca es preceptivo.


La concejala explicó que el Ayuntamiento remitió a la CHJ la documentación requerida el pasado viernes. Si no hay imprevistos, la respuesta positiva podría llegar hoy mismo, según indicó Rocío Féliz de Vargas, que manifestó su voluntad de despejar la calle "esta semana sin falta". Comentó que los requisitos exigidos por la CHJ para intervenir le causaron "sorpresa" por su prolijidad.


La pareja residente en la casa situada en el tramo final de la calle-rambla del Jorgito criticó ayer que tuvieran que pagar a un amigo para que, a última hora de la tarde de ayer, "aplanara los montones de grava y retirara las piedras más grandes con una máquina para poder sacar el coche, que lleva una semana sin poder salir del garaje" por el pésimo estado de la calzada.


La inquilina de la vivienda explicó que tuvo que abonar de su "propio bolsillo" 170 euros para poder sacar el turismo de la cochera. La misma fuente añadió que su pareja tiene otro coche y, por el mismo problema, lleva una semana en la calle ante la imposibilidad de llegar al garaje.


Otro vecino calificó la situación de la calle de "vergüenza" y añadió que, en caso de una nueva tormenta, si se produce otra avenida, la altura del agua se verá incrementada por el nivel de la calzada, que se ha elevado respecto al pavimento original por los acopios de sedimentos. La vecina que reside a pie de rambla explicó que en caso de una nueva tromba de agua la riada "se meterá en casa, seguro".


La avenida del pasado día 1 no es un hecho insólito en la rambla del Jorgito. Una semana antes se produjo otra riada, aunque de menos virulencia y, hace menos de un año, en septiembre de 2014, la corriente alcanzó una dimensiones alarmantes. Desbordó los límites de la calle y dejó aisladas dos viviendas que estaban ocupadas en aquellos momentos.

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