Desde que la crisis económica mostrara su lado más amargo en lo que respecta al paro se ha hablado mucho de la necesidad de recuperar el empleo para asegurar las pensiones futuras, las contingencias de los trabajadores, el mismo gasto sanitario y, en definitiva, la hucha de la Seguridad Social. Una carrera en la que Aragón parte en desventaja con un lastre mayor que otras regiones debido a su elevada tasa de envejecimiento.

Sin embargo, y a pesar de que la creación de empleo comenzada el curso pasado pudiera parecer dar un respiro a este problema, la Tesorería sigue sin notar el repunte en ingresos que se podía esperar.

Durante todo el 2014, las cotizaciones sociales generadas por Aragón aportaron al Estado 2.266 millones de euros, según el último informe de la Secretaría de Estado de la Seguridad Social. Son 435 menos que lo ingresado el año anterior, cuando, paradójicamente, había 9.217 personas afiliadas menos. ¿Qué explica que pese a haber más cotizantes haya menos ingresos? Las razones son diversas, pero una buena parte parece recaer en la tendencia que han venido denunciando sindicatos y corroborando los distintos informes de la EPA. Cada vez hay más contratación parcial. Y a menos horas de trabajo y menos sueldo, menos llega a las arcas del Estado, que además ha introducido durante el último año varias bonificaciones que también han rebajado la recaudación.

Los datos a este respecto confirman cómo ha cambiado la nueva contratación. El año pasado el número total de contratos laborales firmados en Aragón aumentó un 16%, una mejoría notable que guarda sin embargo otra condición: solo 8 de cada 100 nuevas relaciones laborales fueron de duración indefinida. A ello hay que sumar que, según la media del año ofrecida por la Encuesta de Población Activa, el porcentaje de trabajadores aragoneses que tienen un empleo por horas ha pasado de suponer el 11% en 2008 al 15% en la actualidad.

De forma más cercana, el último periodo navideño también dio otra muestra de la tendencia. Hay más trabajo, pero es más volátil. Así, si en las Navidades de 2012 hubo unos 5.500 contratos menos que este año, estos tuvieron una duración media que ascendía hasta los 63.7 días, mientras que en el pasado mes de diciembre la temporalidad rebajó este dato hasta apenas los 43,30 días por contrato de media.Los autónomos aportaron menos pese a ser más; mientras se desploma la aportación de los parados

Pese a que del montante de las cotizaciones sociales el mayor descenso se concentra en los asalariados (el grupo más numeroso, y que aportó casi 300 millones de euros menos), los autónomos también rebajaron en conjunto sus cotizaciones hasta los 283 millones. Casi 46 menos que durante todo el 2013, cuando había unos 3.000 autónomos menos dados de alta en Aragón.

El motivo aquí está irremediablemente ligado a la llamada 'tarifa plana' de 50 euros, que rebaja las cotizaciones a los nuevos 'emprendedores' en un 80%. Unas bonificaciones que también tienen su incidencia sobre los asalariados y su correspondiente tarifa plana de 100 euros para la contratación indefinida que, no obstante, no ha proliferado tanto como la opción ofrecida para el autoempleo a los autónomos.

Más allá de la población ocupada, el desplome en las cotizaciones también se percibe de forma muy clara entre los desempleados que cobran el paro -y que también cotizan mientras tanto- que en conjunto cayeron durante el año pasado cerca de un 15%, rebajándose además en casi 10 euros el importe medio que recibían. En concreto, las cotizaciones procedentes de bonificaciones por el fomento del empleo y desempleados cayeron en Aragón en más de 75 millones. Otra importante merma en las cuentas de la Tesorería, que solo en pensiones contributivas tuvo que emplear más de 3.485 millones durante el 2014, casi una tercera parte más que todo lo que ingresó gracias a los cotizantes.En 2015 el Gobierno prevé obtener un 7% más vía cotizaciones

Con todo esto, a nivel nacional el Estado no llegó a conseguir los ingresos que esperaba de los cotizantes según había planeado en los presupuestos.

A falta de los datos consolidados, la Seguridad Social ingresó en toda España 75.000 millones procedentes de las cotizaciones, cuando en los Presupuestos del Estado se preveían que fueran a ser cerca de 103.000. Un desfase que no ha evitado que para este año el Ejecutivo haya vuelto a elevar sus predicciones hasta los 110.000 millones, una cifra similar a la que se obtuvo en 2008, cuando la tasa de paro se situaba entonces en un 11%, prácticamente la mitad que la actual.