La Junta de Andalucía decide aplazar la búsqueda de los restos de Federico García Lorca

?Los arqueólogos centran ahora el foco de atención en un terreno de 20 por 10 metros.

La Junta de Andalucía ha ‘aparcado’ de momento el proyecto científico que buscaba los restos mortales de Federico García Lorca en la zona del Peñón del Colorado, entre las localidades granadinas de Víznar y Alfacar. Hace tan solo unas fechas, la Dirección General de Memoria Democrática anunció que dejará de financiar el proyecto hasta que "aparezcan certezas" de la localización de fosas comunes.


"Esperamos recibir oficialmente la notificación –asegura el arqueólogo aragonés Javier Navarro, codirector de los trabajos–, porque de momento solo sabemos lo que han asegurado algunos medios de comunicación. Estamos convencidos de que sabemos dónde está enterrado Lorca, pero esa certeza absoluta que se nos pide solo se puede tener excavando. Si el problema es económico se puede solucionar, buscando patrocinios o incluso por micromecenazgo".


Los arqueólogos centran ahora el foco de atención en un terreno de 20 por 10 metros, donde esperan encontrar los restos a una profundidad de entre 2,5 y 4,5 metros. Excavarlo costaría alrededor de 30.000 euros, una cifra bastante reducida ante la magnitud de los resultados, si son positivos.

Un amplio equipo

Pero la Junta de Andalucía, de momento, no se plantea seguir adelante en la búsqueda. Seguramente por el revés que supuso que la excavación de noviembre pasado concluyera sin resultados. A principios de ese mes, el equipo de investigación, en el que se integran, además de Navarro, los aragoneses Belén Gimeno (antropóloga), Miguel Ángel Zapater (arqueólogo) y Alfonso Martínez Andrés (topógrafo) excavó en una zona del Peñón Colorado, en el término municipal de Alfacar. Fue en una zona donde el georrádar daba muestras de alteración del terreno y que coincidía con algunos testimonios orales. Ante la falta de resultados, "decidimos parar y revisar todas las fuentes que habíamos empleado", señala Navarro. La primera, el testimonio del general Nestares, hijo del capitán Nestares, protagonista de la sublevación militar de 1936 en Granada y jefe del frente de Víznar-Alfacar. El general Nestares visitó la zona en los años 70 acompañado de los guardias de asalto que fusilaron a Lorca y pidió que le señalaran el sitio donde fue enterrado. Ese lugar fue el que indicó al equipo de investigación. "Pero descubrimos que las referencias espaciales que tenía, la pared de un cortijo, había cambiado en los últimos años –relata el arqueólogo aragonés–. Así que recopilamos fotografías aéreas de la zona e incorporamos al equipo a dos especialistas, José Luis Peña, catedrático emérito de Geografía de la Universidad de Zaragoza, y María Marta Sampietro, geoarqueóloga y profesora de la Universidad de Tucumán. El trabajo que han hecho ha sido magnífico y determinante para el rumbo de la investigación".


Gracias a las fotografías aéreas se ha reconstruido el paisaje de la zona en 1936, y en el área donde el equipo centraba sus esperanzas se hicieron los estudios con georrádar, utilizando dos antenas, de 100 y 200 MHz. "Hicimos 94 perfiles, es decir, un trabajo muy exhaustivo, y el estudio geofísico determina que existen tres alteraciones en el subsuelo. En una de esas tres alteraciones tienen que estar los restos de Lorca. No se puede constatar hasta que se haga la excavación. Pero las piezas encajan".


"El equipo está por la labor de continuar el trabajo con los medios que tengamos a nuestro alcance –concluye Navarro–. Para nosotros es un reto y estamos convencidos de que estamos en el lugar indicado".