La CHE espera que la nueva crecida del Ebro sea similar a la de los últimos días

La punta entrará en la provincia hacia última hora de mañana. A lo largo de la próxima semana podría haber una cuarta avenida

El río Ebro, ayer, a su paso por la ciudad de Zaragoza.
La CHE espera que la nueva crecida del Ebro sea similar a la de los últimos días
josé miguel marco

La Confederación espera que la nueva crecida del Ebro provocada por las precipitaciones caídas desde el viernes –la tercera en menos de un mes– sea similar a la de los últimos días. Esto significa que no debería haber afecciones en zonas habitadas salvo que se rompa alguna defensa, aunque volverán a inundarse cientos y cientos de hectáreas y en muchas de ellas ni siquiera se habrá retirado el agua que les ha entrado esta semana.


Todavía falta por saber cuánto sigue lloviendo hoy, pero la CHE considera que las previsiones realizadas con los datos disponibles hasta ayer son suficientemente fiables. Esos cálculos indican que la punta de la avenida pasará por la localidad navarra de Castejón en torno a la madrugada de mañana con entre 1.500 y 1.700 metros cúbicos por segundo (m3/s), un caudal máximo comparable con el alcanzado esta semana (1.651 m3/s).


Siempre según las estimaciones del organismo de cuenca, la crecida entrará en la provincia de Zaragoza hacia la tarde-noche de mañana y alcanzará la capital aragonesa a partir del miércoles. No obstante, la Confederación también espera que a lo largo de la semana que viene llegue un nuevo frente que dejará nuevas precipitaciones y que podría generar una cuarta avenida.


"Los caudales de los ríos son altos, por lo que cualquier episodio de lluvias puede generar nuevos repuntes de caudal –recalcaron fuentes de la Confederación–. Además, esta tarde (por ayer) ha dejado de llover porque está nevando, así que habrá más nieve acumulada".

Tercera crecida en tres semanas

Esta nueva crecida será la tercera que registra el Ebro en menos de un mes. La primera, a principios de febrero, pasó por Castejón con 2.073 m3/s;la segunda, la de esta semana, llegó a 1.651; y la de los próximos días se espera con entre 1.500 y 1.700.


En todos los casos son caudales inferiores al umbral a partir del cual una avenida se considera extraordinaria. No obstante, hay que recordar que desde hace dos años la Confederación reconoce que las crecidas ordinarias provocan desbordamientos que antes no se producían con ese mismo volumen de agua.


Además, aunque no deberían producirse afecciones en las zonas habitadas –siempre existe el riesgo de que se rompa alguna mota–, los daños que están sufriendo los cultivos anegados desde principios de mes se agravarán cuantos más días permanezcan bajo el agua. Muchos campos todavía no se habían secado tras la primera avenida cuando llegó la segunda, y la que se espera para los próximos días supondrá que seguirán estancados durante bastantes días más.


En este sentido, la situación empieza a parecerse a la que se produjo durante la primera mitad de 2013. Entre enero y junio de aquel año, los municipios ribereños sufrieron cinco avenidas de más de 1.500 m3/s y y 43 días en los que el río estuvo por encima de los 1.000 m3/s. Esta concatenación de crecidas mantuvo los campos anegados durante semanas e incluso meses y echó a perder buena parte de la cosecha de invierno y también de la de verano.

Será una punta larga


Las previsiones de la CHE apuntan a que, al igual que ha sucedido con las dos anteriores, esta crecida tendrá una punta tipo meseta. Esto significa que, una vez alcanzado el caudal máximo, el Ebro seguirá en niveles altos durante bastantes horas. De hecho, se espera que en Castejón el río supere los 1.500 m3/s durante dos días enteros.