Madonna y las filtraciones

¿Se estará estudiando ya en las escuelas de márquetin esta forma de hacer publicidad? Salta una canción a internet y se arma

Madonna y las filtraciones
Madonna y las filtraciones
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Lo de Madonna huele a chamusquina. No ya por la unidad de quemados que es su vida discográfica, sino por las filtraciones. En 2012, meses antes de publicar ‘MDNA’, afloró en internet una de las canciones del disco y se armó la mundial, y nunca mejor dicho, porque el asunto llegó a las cuatro esquinas del globo. Increíblemente, se atribuyó la filtración a un fan zaragozano. Una broma que no había por dónde cogerla: ¿desde Zaragoza alguien saquea el ordenador de la diva y le chupa una canción? No hay quien se crea la historia. La filtración tuvo que salir del propio entorno de la cantante, si no fue de ella misma. Pero la reina, atacada de los nervios o simulándolo, envió de inmediato a una de las mejores tropas de abogados españoles –los Garrigues Walker– a por el osado filtrador, y enseguida le cayeron querellas como tortas. El presunto filtrador se defendió como pudo de las garras de los abogados, que contraatacaban sin éxito cada sentencia (había suculento bocado, amigo). Finalmente, el acusado salió absuelto.


Ahora, ante el nuevo álbum, vuelve a repetirse la historia, pero a lo grande, en cascada. No una sola canción, sino el álbum completo en tandas. La señora echa sapos y culebras y llega a calificar la acción como ‘acto terrorista’. En esta ocasión se señala a Israel como base del filtrador. Y por allí andará otra legión de abogados en su busca… ¿Qué puede pensarse? Es posible que alguien haya robado esas maquetas, ¿pero desde tan lejos? No cuadra. Así que ¿por qué no pensar en otra nueva y malévola operación de márquetin? Muy barata, además. Y con más difusión global que la campaña más grande que una firma de prestigio pueda diseñar.


Huele mal. Bowie y U2 guardaron bajo siete llaves sus últimos discos, nadie supo de ellos hasta el mismo día que, por sorpresa, los dieron a conocer. ¿Una cantante tan ambiciosa y severa como ella no podía haber hecho lo mismo? Seguro. Pero ya tiene la campaña: gratis y global. ¿Se estará ya estudiando esta nueva y maquiavélica fórmula publicitaria en las escuelas de márquetin?