La Ley que condujo al fin de la 'mili' cumple 30 años

La publicación de la Ley de Objeción de Conciencia en 1984 derivó en una de las mayores campañas de ?desobediencia de la historia.

Recogida de firmas de insumisos ante la DPZ, en el año 2000
La Ley que condujo al fin de la 'mili' cumple 30 años
Heraldo

El 28 de diciembre de 1984 se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la Ley de Objeción de Conciencia. Una regulación que tradicionalmente ha sido asociada al militarismo, pero que se ha acabado  aplicando a campos tan diversos como la Medicina.


Atendiendo a su definición, objeción de conciencia es el derecho que comporta la negativa de una persona a cumplir un precepto legal del Estado cuya realización provocaría en el sujeto una lesión grave para la propia conciencia. 


Su puesta en marcha derivó en una de las mayores campañas de desobediencia civil de la historia de España. Miles de jóvenes se declararon insumisos o objetores de conciencia y se negaron a acudir al Servicio Militar Obligatorio. La presión fue tal, que el Gobierno acabó por liquidar la mili en 2001 y profesionalizó el Ejército.


"Desde que se recogió en la Constitución como tal, la Ley de Objeción de Conciencia fue usada por la sociedad para avanzar hacia unos tiempos más modernizados, alejados del militarismo", señala José Ramón López, miembro del Colectivo Antimilitarista Mambrú, quien además considera que "la obligación a prestar servicios militares era una cosa absurda y no tenía ningún sentido mantenerla". 


Para López, los motivos que llevaron a que miles de españoles se negasen a hacer la 'mili' y expresaran su rechazo al militarismo fueron varios: "Con la llegada de la democracia, la sociedad en aquella época relacionaba el Ejército con el franquismo. Muchas personas entendieron que no acudir al servicio militar era una forma de luchar contra todo lo que se habían visto obligados a soportar durante años y, además, se cansaron de que no se tratase a todo el mundo del mismo modo", comenta. 


Así, continúa, "la publicación de la Ley de Objeción de Conciencia en 1984 se percibió como la llave del cambio hacia otros tiempos". 

Aragón insumiso

"Nuestra Comunidad fue una de las más implicadas con el antimilitarismo. Hubo cientos de insumisos y Zaragoza es una de las ciudades en las que más juicios ligados a este tema se han celebrado", explica López, quien ensalza a Antonio Oriol como el primer insumiso aragonés juzgado.


Oriol, detenido en Morata de Jalón, fue juzgado por la Guardia Civil en un Consejo de Guerra. Estuvo encerrado durante dos meses en la prisión militar de Alcalá de Henares, para terminar por cumplir condena en otras cárceles civiles.


"Fue el primer objetor de conciencia, nos enseñó el camino y hay que valorar muy positivamente su legado", indica López. 

El primer español que se negó a hacer la mili

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En 1971, Pepe Beunza fue el primer objetor de conciencia por asuntos políticos. Cumplió tres años de condena. Pionero de la desobediencia en España, recorrió hasta 11 cárceles del país.


Después, siguió participando en las luchas de los objetores y más tarde, con los insumisos hasta la desaparición de la 'mili' en 2001.

Acto conmemorativo

El Colectivo Antimilitarista Mambrú organizó este sábado un acto para conmemorar los 30 años de la publicación de la Ley de Objeción de Conciencia. Tal y como señalan desde Mambrú, “el acto sirvió para presentar una Directiva de Defensa Nacional alternativa elaborada por Utopía Contagiosa, grupo que promueve la divulgación, la investigación y el estudio sobre las alternativas al modelo de defensa militar y al militarismo desde la no violencia".


En el acto, que se celebró en el centro social Pantera Rossa, participaron también representantes políticos de partidos como Izquierda Unida, Podemos o Chunta Aragonesista. “Y estuvieron invitados insumisos que en su día desobedecieron al militarismo y cumplieron penas de cárcel por ello”, añaden. 


“Queremos contribuir a aportar contenidos y criterios concretos sobre qué defender y cómo hacerlo, así como a conocer lo que partidos políticos nuevos puedan aportar para ofrecer algo de luz en temas que muchas veces se desenvuelven en la oscuridad como la defensa, el ejército, el comercio de armas o el gasto militar”, concluyen.