El tridente resuelve

Los goles de Messi, Neymar y Luis Suárez tumban al PSG y clasifican al Barcelona para los octavos como primero de grupo. Luis Enrique sorprendió con su dibujo táctico

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Neymar celebra su gol, ayer ante el PSG, en la última jornada de la Liga de Campeones.
ALBERT GEA/reuters

Un Barça más práctico que estético, más efectivo que preciosista, derrotó al PSG en la última jornada de la liguilla de Champions, lo que permite a los hombres de Luis Enrique pasar a octavos como primeros de grupo. El equipo catalán se la jugaba en el primer gran partido comprometido de la temporada y salió airoso, sin hacer un encuentro redondo, ni mucho menos, ante un rival que decepcionó.


Por primera vez anotaron en un mismo partido los tres atacantes del tridente azulgrana y el cuadro catalán se llevó una victoria que le refuerza por la entidad del adversario, que además se adelantó en el marcador, pero no tanto por el juego desplegado, que aún genera dudas en el barcelonismo. Al final, dependió de las genialidades de Messi, Suárez y Neymar.


En parte, el Barça actual funciona así y Luis Enrique volvió a sorprender con su once titular. Igual que en Mestalla, hace diez días, donde más de un culé frunció el ceño. Y es que ante los chés ya dejó entrever que el falso doble pivote Mascherano-Busquets, una herejía para los fundamentalistas del estilo blaugrana, no sería una ocurrencia ocasional.


Ante el PSG, el asturiano optó por la misma fórmula, que le permite tener las espaldas bien cubiertas, cerrando con Busquets y Mascherano, y le da mayor estabilidad para evitar las contras. Pero en esta ocasión, y teniendo en cuenta que al Barcelona solo le valía la victoria, el técnico asturiano introdujo una variante de calado, que consistió en situar a Pedro de carrilero.


El Barça se la jugó con un 3-4-3, en el que Pedro casi actuaba de extremo, aunque también tapaba las subidas por su banda, y Messi bajaba al centro a organizar desde la posición del 10. El sistema no encajó del todo bien durante amplias fases del encuentro.


En el arranque, el PSG tenía las ideas bastante claras. Bien agrupado y mejor posicionado, ocupando los espacios de manera más equitativa, los galos tenían una consigna: les valía el empate. Al borde del cuarto de hora, Matuidi permutó con Ibrahimovic, hizo de boya y cedió al sueco, quien fusiló desde fuera del área para batir a Ter Stegen. Como ante el Espanyol, el partido se le ponía cuesta a arriba al Barça. Sin embargo, los hombres de Luis Enrique no permitieron que el PSG se acomodara, porque poco después Messi hizo el empate. Yantes del intermedio, un robo de Iniesta le permitió encontrar rápido a Neymar, que culminó una contra de manera espectacular, con una rosca desde fuera del área.


Tras el descanso, el PSG dio un paso adelante, pero sin quemar todas sus naves. Bartra salvó dos veces bajo palos y a partir de ahí el Barça empezó a sufrir. Perdió el balón, los franceses se hicieron con el control y por momentos los blaugranas parecieron acusar el esfuerzo de la primera mitad. Laurent Blanc lo vio y se la jugó con Pastore. El cuadro catalán reculaba. Casi en la única jugada trenzada de la segunda mitad por parte culé, Suárez remachó un disparo de Neymar y puso el colofón.