España, el país desarrollado en el que más ha crecido la desigualdad, según la OIT

Las rebajas salariales y las pérdidas de empleos durante la crisis explican el 90% de la brecha entre ricos y pobres

España es, por delante de Estados Unidos, el país desarrollado en el que más ha crecido la desigualdad en los años de crisis. La bajada de los salarios, y la pérdida de empleos explican en un 90% el aumento de la brecha entre ricos y pobres, según el Informe Mundial sobre salarios presentado ayer en Madrid por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Los autores del estudio explican en 2007 los sueldos en España crecían un 1,1%, mientras que seis años más tarde caían un 1,3%. Una tendencia que ha sido más acusada que en otras áreas del actual mundo desarrollado.


Por ejemplo, en países como Dinamarca, Holanda y Noruega se ha producido una combinación de crecimiento de los ingresos de los hogares con una reducción de las desigualdades. Sin embargo, en Rumanía o Portugal la crisis ha contribuido a disminuir la desigualdad por un efecto que los expertos denominan de "aplanamiento", por el que las rentas más altas se reducen más que las bajas. Otro de los aspectos destacados por la OIT es que la productividad por trabajador ha aumentado un 5% por encima de su salario entre 2009 y 2013.


Como consecuencia de ellos, el poder adquisitivo de los asalariados ha caído hasta un 17% de media. No obstante, mientras que el 10% con una renta más alta sólo perdió entre el 3% y el 4%, el 10% de hogares con menos recursos vio disminuir hasta un 43% su poder adquisitivo. "Los trabajadores y sus hogares están obteniendo una parte más pequeña del crecimiento económico, mientras que los propietarios del capital reciben mayores beneficios", describe el informe de la OIT.


Hay sectores de la población especialmente castigados por la desigualdad en España. Por ejemplo, los inmigrantes, que ganan un 30% menos que los trabajadores nacionales. O las mujeres, que si fueran pagadas en función de factores como la antigüedad, cualificación o las horas trabajadas "deberían ganar más que los hombres", asegura Rosalía Álvarez, una de las autoras del informe.

El peso de los salarios ha pasado de suponer el 70% del poder adquisitivo en el año 2006, al 60% en 2013, mientras que las otras fuentes de rentas (subsidios, pensiones, transferencias sociales, o ganancias de capitales, etc.) apenas han variado.


El director de la oficina de la OIT en España, Joaquín Nieto, sostiene que "España puede permitirse subir los salarios tanto como mejora la productividad".


Para reducir los desequilibrios originados por la crisis, la OIT recomienda subir el salario mínimo interprofesional, aplicar nuevas políticas fiscales redistributivas, y transferencias para ayudar a los hogares con menos ingresos.