Expropiar las urbanizacionesafectadas por el deslizamientode Yesa costará otros 23 millones

El presupuesto total del recrecimiento del embalse supera ya los 300 millones, casi el triple del previsto cuando empezaron las obras.

La Confederación Hidrográfica del Ebro anunció ayer que la expropiación de las dos urbanizaciones afectadas por el deslizamiento que sufrió la ladera derecha de la presa de Yesa costará en torno a 23 millones de euros. Esto significa que el impacto económico de ese gran desplazamiento de tierras rondará los 50 millones de euros y que el presupuesto total de las obras de recrecimiento del embalse volverá a dispararse hasta superar los 300 millones -casi el triple del importe por el que se adjudicaron las obras en el año 2001-.


La cifra de cuánto tendrá que pagar el Estado por las 102 viviendas situadas en la zona del deslizamiento es una estimación, pero fuentes de la CHE reconocieron que podría modificarse al alza y que en cambio es poco probable que vaya a la baja. Además, las mismas fuentes explicaron que el organismo de cuenca ya está negociando con los propietarios de esas dos urbanizaciones para llegar a un acuerdo -sea amistoso o sea en los tribunales, el coste definitivo de estas expropiaciones no se podrá saber hasta que termine el proceso-.


Hay que recordar que el deslizamiento también ha obligado a invertir otros 25 millones de euros en obras de emergencia para estabilizar la ladera, por lo que el coste total del corrimiento rondará los 50 millones que se suman al del resto de actuaciones directamente vinculadas al recrecimiento de Yesa.


En 2001, las obras de ampliación de este embalse se adjudicaron por 113,5 millones de euros -18.800 millones de pesetas-. Sin embargo, los sucesivos cambios introducidos en el proyecto a lo largo de estos años para adaptarlo a las nuevas necesidades y a los imprevistos surgidos han ido disparando esa cantidad, de forma que el modificado número tres -el que permitió reducir la cota del pantano para no inundar Sigüés- se aprobó con un presupuesto de 222,6 millones de euros.


A esa cifra hay que sumarle los alrededor de 50 millones que va a costar el deslizamiento que obligó a desalojar las dos urbanizaciones y los 24 millones invertidos en otras actuaciones complementarias no incluidas en el proyecto inicial: la estabilización de la ladera derecha de la presa -la que acabó desplazándose-, la estabilización de un camino que discurrirá por el estribo izquierdo, la conducción auxiliar de abastecimiento del canal de Bardenas, la reposición de la alimentación eléctrica de la presa antigua...


En total, y contando también los contratos de control y vigilancia de las obras y las asesorías técnicas, todos los trabajos directamente vinculados al recrecimiento de Yesa van a suponer un gasto de en torno a 300 millones de euros -unos 50.000 millones de pesetas-, prácticamente tres veces más de lo previsto en 2001.


42 millones más para otras obras


Además, aunque se han tramitado como proyectos distintos, hay que tener en cuenta que la ampliación del embalse va a obligar a modificar el trazado de dos carreteras -la A-1601 y la A-137- con un presupuesto conjunto de otros 26 millones de euros. Del mismo modo, también cabe recordar que el Ministerio y, en menor medida, el Gobierno de Aragón y la Diputación de Zaragoza han destinado 16,5 millones a realizar distintas actuaciones de restitución complementarias a las ya incluidas en el proyecto inicial.