El modus operandi de la trama

?La red revendía en otros países europeos medicamentos de alto coste comprados a bajo precio por las farmacias  implicadas.

El modus operandi utilizado en la actividad delictiva era el conocido como “distribución inversa”. Las farmacias implicadas pedían a un almacén distribuidor o laboratorio muchos más medicamentos de los que dispensaban a los pacientes para que la red obtuviera los fármacos mucho más baratos que los que se destinan a la venta mayorista en el extranjero.


Luego los vendían a países europeos y eso les reportaba sustanciosas ganancias, de hasta un 800%, porque además trabajaban precisamente con los medicamentos más caros. Este procedimiento delictivo provocaba el desabastecimiento de numerosos fármacos en el mercado español, con sus consecuencias en la salud de los pacientes.      


Según informa la Guardia Civil de Teruel a través de un comunicado, el sistema de  “distribución inversa” consiste en la venta legal de un número determinado de medicamentos que un almacén distribuidor o laboratorio realizaría a una o varias farmacias. Estas últimas, junto con otro almacén distribuidor, se quedaban con un pequeño número de los medicamentos para su dispensación a los pacientes. El resto eran enviados al almacén distribuidor a través de diferentes procedimientos, quienes los depositaban en almacenes legales o ilegales, los cuales tras su almacenamiento, se encargarían a la venta países de la UE (Alemania, Reino Unido, Bélgica, Dinamarca, Holanda, Austria y Grecia) y terceros países.


La red obtenía los medicamentos en las farmacias, puesto que el precio de los fármacos dispensados en España es mucho más barato que los que se destinan a la venta mayorista en el extranjero.

Las farmacias derivaban los medicamentos camuflando su venta


Las farmacias recibían del almacén mayorista implicado en la “trama” el listado de medicamentos a conseguir (estos listados varían mensualmente, donde se modifican los márgenes de beneficios obtenidos, según los precios de venta de los medicamentos fuera de España).


Posteriormente y una vez conseguido los medicamentos procedentes del laboratorio o almacén mayorista mediante la vía legal, la farmacia deriva estos medicamentos al almacén implicado, camuflando estas ventas mediante diferentes procedimientos.


A su vez, este almacén se encargaba de venderlos fuera de España, llegando en algunos casos a obtenerse un beneficio del 800% sobre el precio de venta en España.


Utilizaban diferentes formas para camuflar las ventas ilícitas de los medicamentos:


- Camuflar las ventas de medicamentos como productos de parafarmacia y ortopedia.


- Ocultar estas ventas, mediante la simulación de devoluciones de estos medicamentos al almacén. En este caso se devuelven los medicamentos a un almacén de la “trama”, el cual no es el que originalmente efectuó la venta.


- Efectuar las ventas de los medicamentos a través de otros almacenes intermedios, mediante el procedimiento de “triangulación”, que se encargaban de venderlos a los almacenes que exportaban los fármacos, evitando así la conexión directa entre éstos y la farmacia.


Usaban “bolseros” para la compra de fármacos 


En otras ocasiones, utilizaban a intermediarios, conocidos como “bolseros”, que una vez que las farmacias conseguían los medicamentos solicitados por el almacén implicado, efectuaban la compra de los medicamentos (como venta libre sin receta, o mediante receta falsa), y posteriormente se encargaban de transportarlos hasta a los almacenes de la “trama” para su posterior venta en el extranjero.


Efectos del “comercio inverso” de los fármacos


Entre los efectos potenciales del comercio inverso se encuentran los siguientes:


Desabastecimiento del mercado interior, ya que para satisfacer las necesidades del sistema de salud español, los laboratorios farmacéuticos deben mantener en el mercado español una cuantía de medicamentos fijada por las autoridades sanitarias.


Si una parte de estas dotaciones son exportadas de manera irregular y sin control al exterior, existen riesgos de desabastecimiento en España, provocando que los pacientes no puedan acceder a su medicación y poniendo en riesgo su salud.


Riesgo para la salud de los consumidores de los medicamentos operados, puesto que no pasan las medidas de conservación y seguridad adecuadas. 

Perjuicios económicos para el sector privado fabricante.


Los fabricantes surten el mercado español a un precio tasado, mientras que en otros países compiten en un mercado libre que frecuentemente les reporta mayores beneficios.


Perjuicios para la Hacienda Pública, como la evasión de impuestos, fraudes de IVA, delito fiscal y blanqueo de capitales. La mayoría de estas tramas operan en dinero negro sustrayendo al fisco los impuestos correspondientes, ya que habitualmente no existen facturas ni justificantes para evitar dejar constancia del comercio irregular.