Una lista nacional de donantes con sangres especialmente raras incluye a 84 aragoneses

¿Cuántos grupos sanguíneos existen? La respuesta habitual del no experto es que solo hay ocho: los formados por los cuatro antígenos A, B, AB y 0, cada uno de ellos con su respectivo Rh positivo o negativo. Pero esta respuesta, sin ser errónea, no es completa. Esas ocho sangres son, efectivamente, las más frecuentes, pero en realidad existen una treintena más que se denominan grupos sanguíneos infrecuentes o ‘raros’ porque precisamente los tiene muy poca gente. De hecho, de las alrededor de 30.000 personas que donaron el año pasado en el Banco de Sangre y Tejidos de Aragón, solo 84 tenían uno de estos grupos especiales corriendo por sus venas.

Según explica el director del Banco, el doctor Fernando Puente, estas 84 personas son donantes habituales y la inmensa mayoría de ellos residen en Aragón. El hecho de que tengan una sangre muy infrecuente, apunta el propio Puente, no supone por lo general ningún problema, pero tener a estos ciudadanos localizados sí que es importante desde el punto de vista médico. «Sus transfusiones a pacientes que tienen el mismo grupo sanguíneo infrecuente son más idóneas, pero estas personas pueden recibir también sangres habituales que sean compatibles con la suya», señala. Sin embargo, cuanto más parecido sea el grupo sanguíneo, será mejor para el paciente: mayor compatibilidad y por tanto menos problemas.

Por esta razón, el Banco de Aragón, dependiente del Departamento de Sanidad de la DGA, forma parte desde 2013 de un grupo de trabajo nacional que está desarrollando un registro con los donantes habituales que tienen estas sangres infrecuentes, entre los que están estas 84 personas. Este es un paso importante, ya que, como son pocas personas, es vital tenerlas bien localizadas para cualquier emergencia (sin ir más lejos, que no queden reservas de su grupo sanguíneo infrecuente y haya un paciente que lo necesite).Mejor donarla que congelarla

La creación de este listado se debe a un cambio del proyecto sanitario sobre este tipo de donaciones, ya que hasta hace pocos años, según explica Puente, se pensaba que lo mejor era congelar la sangre de estos donantes, ya fuera para ellos mismos o para otro paciente. «Sin embargo, el planteamiento ha cambiado: se parte de la idea de que es mejor tener localizados a estos donantes para cuando haga falta, y así tener la sangre ‘fresca’ cuando realmente se necesite. Congelarla es una opción, pero conlleva manipularla para que se conserve, por lo que pierde propiedades, su rendimiento es menor y, en general, es menos idónea que donada en el momento», dice.

En el Banco de Aragón nunca se ha congelado sangre –a diferencia de otras comunidades autónomas–, aunque sí que se ha desarrollado el sistema para hacerlo si fuera necesario o este planteamiento médico de preferir la sangre fresca a la congelada cambiara.

Hasta ahora, los bancos se ponían en contacto con estas personas cuando se necesitaba urgentemente su grupo sanguíneo, con la peculiaridad de que, en algunas ocasiones, los propios donantes no sabían que lo tenían. «Les explicas que no solo hay ocho tipos sanguíneos y se quedan un poco sorprendidos. Una vez me puse en contacto con uno y resulta que luego no hizo falta que donara. Le volví a llamar y casi se llevó un chasco», recuerda Pilar Moreno, responsable de promoción del Banco. Con este registro nacional, lo que se va a conseguir es mejorar el proceso y tener a estos donantes mejor informados y localizados.

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«A veces hay tipos sanguíneos rarísimos y hay que hablar incluso con grupos de trabajo europeos –añade Puente-, aunque en nuestro caso no nos han solicitado nunca uno de estos grupos sanguíneos desde Europa». No obstante, en los últimos años sí que han recibido dos peticiones dentro de España, una en la propia Comunidad y la segunda en otra región, que prefiere no especificar por mantener la confidencialidad. Los grupos sanguíneos raros que se enviaron fueron Kpb- y Coa-.Aumentan las donaciones

Por otro lado, el Banco de Sangre cerró el año 2013 con sus mejores datos de donaciones desde que empezó a funcionar, allá por 2006. En concreto, se registraron 48.350 donaciones de alrededor de 30.000 donantes distintos, lo que supuso un incremento del 3,37% con respecto al ejercicio 2012. El perfil más habitual del donante fue el de un hombre de entre 45 y 55 años. «Hemos conseguido aumentar el número de donantes jóvenes, que era el principal objetivo, y ahora queremos centrarnos también en la fidelización», añaden Puente y Moreno.