El ozono, beneficioso en las capas superiores de la atmósfera, donde actúa como un escudo ante las radiaciones ultravioletas del sol, se convierte en una sustancia peligrosa en las zonas bajas, donde puede provocar problemas pulmonares y agravar alergias. Y, entre las zonas afectadas por este problema se encuentra Aragón, cuyas estaciones de medición medioambientalhan superado ya las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la cantidad de partículas de ozono presentes en las capas bajas de la atmósfera.

Teruel es la estación que más veces ha registrado unos valores mayores de los 100 microgramos por metro cúbico que preconiza esta organización, con un total de 87 ocasiones. En cambio, las mayores concentraciones se han observado en la estación de Bujaraloz, en la que se han hallado en 27 momentos una tasa mayor de 120 microgramos por metro cúbico en ocho horas, que es el límite que establece la Unión Europea.

En Europa se considera legal superarlos hasta 25 veces, ya que "si se siguieran las recomendaciones de la OMS, el 80% del territorio las superaría en verano", explica Saturnino Barbé, coordinador de Ecologistas en Acción en el Bajo Cinca.

La contaminación por ozono "es un problema generalizado en el sur de Europa", señala Barbé, ya que se produce por una reacción de diferentes contaminantes como los óxidos de nitrógeno con el aire ayudados por la radiación solar. Cuanto más sol hay, más ozono se produce, por lo que en buena parte depende del tiempo meteorológico de cada verano. Junio y julio suelen registrar los picos de producción de ozono, aunque en 2014 ya se han superado los registros de todo 2013 en Teruel y otras estaciones como Bujaraloz y Huesca estaban a finales de julio a un nivel similar que en diciembre de 2013.

La radiación solar no se puede evitar, pero la otra parte de la reacción, la cantidad de contaminantes en el aire, es evitable. Sin embargo, en Aragón no se conoce bien las causas que la provocan. Las partículas pueden producirse a kilómetros del lugar donde tiene lugar el proceso, por lo que es difícil establecer cuáles son los motivos. Por ello, desde Ecologistas en Acción piden que se realicen estudios para averiguar de dónde vienen los contaminantes. Las centrales térmicas y las industrias petroquímicas de la provincia de Tarragona están entre los sospechosos, aunque se trata tan solo de una hipótesis.

La Comunidad cuenta con seis puntos de registro medioambiental, situados en Alagón, Bujaraloz, Monzón, Huesca, Torrelista y Teruel. En Zaragoza capital también existen registros, publicados por el Ayuntamiento. Según ellos, solo se han superado los límites de la OMS un día en 2014, el pasado 14 de junio, cuando se registraron hasta 107 microgramos en la estación del Parque Grande. Sin embargo, Barbé critica que no se publiquen los datos cada 8 horas, sino cada día, por lo que no se pueden comparar.

Afecciones para la salud y la naturaleza

El ozono en las capas superiores de la atmósfera es beneficioso, ya que actúa como un escudo ante las radiaciones ultravioletas del sol. Sin embargo, el gas que se acumula en las zonas bajas, llamado ozono troposférico, es peligroso.

Según la OMS, una concentración de más de 100 microgramos por metro cúbico puede provocar problemas pulmonares y agravar alergias, además de que los días en los que se superan estos niveles, la mortalidad aumenta un 1%. Por ello, recomienda que los enfermos de estas patologías eviten realizar deporte en los momentos de mayor densidad, que suelen darse en las tardes de días soleados. Los niveles pueden conocerse a través de la web de la Agencia Europea de Medio Ambiente.

Este tipo de contaminación también afecta a las plantas. El ozono disminuye su actividad fotosintética, por lo que absorben menos carbono y pierden su vigor y se produce un envejecimiento prematuro, según un estudio del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Los cultivos también sufren por esta causa, ya que disminuye su producción, que puede llegar hasta el 39% en la sandía. 

Algunas soluciones

Desde Ecologistas en Acción apuntan que es muy importante que se realicen estudios sobre las fuentes que producen los precursores del ozono. Una vez señalados, se podrían calcular los niveles futuros de este gas a partir de las variables meteorológicas. De este modo, se podría prevenir su formación tomando medidas, como paralizar de la actividad industrial los días de mayor incidencia o restringir el uso de vehículos.

Sin embargo, Barbé reconoce que en España es difícil de conseguir, en especial la última pauta. “En España, las limitaciones al tráfico privado son un tema tabú, aunque son frecuentes en otros países, como Italia”, señala. “Aquí, hasta que no se supera el límite no se hace nada. La gran mayoría de la población no se entera hasta que ya ha sobrepasado”, destaca.