La oposición denuncia que el recorte en I+D+i acaba con una generación de científicos

Alertan de que el vacío que deja la fuga de cerebros tardará mucho en superarse. Las ayudas han caído hasta un 50%

Los motores de la Ciencia en Aragón (CSIC y Universidad de Zaragoza) han denunciado que la escasez de ayudas y convocatorias públicas se traduce ya en una falta de relevo generacional en sus filas. Ambas instituciones pierden cerebros (de media, uno de cada cinco profesionales han desaparecido desde que comenzó la crisis) y advierten de que una situación así es difícilmente reversible a corto y medio plazo.


Para los partidos de la oposición, la apuesta del actual Ejecutivo por la ciencia no es firme. "Los recortes de los gobiernos del PP están asfixiando a la ciencia en España, y la investigación de hoy es empleo para mañana. La Universidad es necesaria para la recuperación económica y se está jugando con los investigadores del futuro. El daño que se produce hoy tendrá consecuencias dentro de muchos años", denuncian desde las filas del PSOE.


En la Universidad de Zaragoza calculan que, de las 800 personas destinadas exclusivamente a proyectos de investigación, ahora quedan unas 600. En el caso del CSIC, y aunque los veteranos han podido estabilizar su puesto, se detecta una fuga de talentos que no cesa. Institutos de enorme prestigio, como el de Ciencia de Materiales (ICMA) o Síntesis de Catálisis Homogénea (Isqch) -ambos de titularidad compartida con la Universidad- han perdido entre 30 y 50 personas cada uno desde 2011. A pesar de todo, siguen captando talento internacional y logrando proyectos de prestigio, dentro de un esfuerzo sin precedentes.


Por una parte, las subvenciones del Gobierno de Aragón han caído en picado (al menos se ha perdido un 50% de lo que se recibía, según los cálculos de la Universidad). Por otra, los fondos europeos se retrasan, y mucho. La principal inyección -que se ha bautizado como Horizonte 2020- aún está pendiente de convocarse.


Joaquín Palacín (CHA) alude a unas palabras de la presidenta Luisa Fernanda Rudi cuando inició su mandato. "Dijo que quería una sociedad Nobel, pero así no va a ser como lo consiga", denuncia Palacín.


En particular, saca a la palestra los datos de la dirección general de Innovación, dentro del departamento de Industria. "El presupuesto con el que cuenta ha caído casi un 41%, al pasar de 19 millones de euros a poco más de 11", explica. Este dinero se acaba destinando a centros de conocimiento como el Instituto Tecnológico de Aragón (ITA) o el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA).


Además, llueve sobre mojado. Hace menos de dos años, los directores de los nueve institutos de investigación universitarios enviaron una carta a Rudi en la que le exigían que abonase la deuda de 8 millones que el Ejecutivo acumulaba en materia de I+D+i desde 2011. Ya en ese momento, los investigadores denunciaron el estado de "gravedad extrema" que atravesaban la ciencia y la tecnología aragonesas.


No obstante, también es cierto que Aragón logra salir relativamente bien parado dentro del conjunto nacional gracias a la calidad de sus investigadores. Por su parte, el CSIC reconoce que este año la DGA ha hecho un importante esfuerzo económico. El delegado de la institución en Aragón, Víctor Orera, explica que se está empezando a construir el Centro de Química y Materiales de Aragón (Ceqma), que costará 18 millones de euros y que se financia al 50% con fondos Feder y con el presupuesto del Gobierno de Aragón. "Son 9 millones de euros que en este momento resultan decisivos y muy necesarios", reconoce Orera.


Adolfo Barrena (IU), no obstante, ve en la falta de ayudas una gota más de la política del actual equipo de gobierno. "Están actuando totalmente de espaldas a la Universidad y solo les preocupa lo que tiene que ver con la empresa privada", valora. En su opinión, esto tiene mucho que ver también con la sustitución de becas por préstamos bancarios y con su apuesta "por lo privado".