El colegio Valdespartera II de Zaragoza celebró ayer un nuevo sorteo para adjudicar las 125 plazas que tiene disponibles entre las 134 solicitudes recibidas, por lo que nueve niños se van a quedar fuera de este centro. Ese era el problema de fondo, aunque el enfado de las decenas de padres presentes venía también por otro lado: este era el segundo sorteo que se celebraba por la misma cuestión en menos de una semana.

El primero fue el miércoles –como el resto de los centros–, pero una familia cuyo hijo se había quedado fuera alegó después, el viernes, que el sorteo no se había hecho correctamente. Según explicó ayer Javier González, inspector del Servicio Provincial de Educación, la directiva del centro cometió un error al aplicar la normativa, lo que causó que se invalidara el proceso.

En esta ‘lotería’ solo se saca un número de tres cifras que sirve de referencia para que, en caso de empate a puntos (bajo los criterios de proximidad, entre otros), las plazas se asignen según la cercanía de este con respecto al número que tiene cada alumno. Así, si hubiera salido el 75, en caso de empate primero entraría el 75, luego el 76... Y cuando se llegara al último, se empezaría desde el principio hasta llegar al 75 otra vez: 1, 2... Por tanto, estar cerca de los números siguientes al 75 daría más posibilidad de entrar; y el 74 casi ninguna.

En este caso, el fallo consistió en que el guarismo de referencia que se obtuvo en el primer sorteo era mayor al de solicitudes (salió superior a 134, por lo que la normativa pide que se vuelva a obtener otro número). El guarismo se saca primero por centenas, luego por decenas y, por último, por unidades. Pero al obtenerse una decena superior a 3, el que hacía el sorteo se equivocó y no volvió a empezar el proceso, sino que mantuvo siempre el 1 en la centena. Ese fue el error: que debería haberse empezado de nuevo por la centena.

"Independientemente de que una familia lo denunciara, el Servicio Provincial se hubiera dado cuenta al revisar el sorteo y hubiera tenido que actuar de oficio y ordenar repetirlo", dijo González.

Pero con el primer sorteo el número que salió fue el 122; mientras que el de ayer –y el que vale– fue el 133. Por ello, hubo niños que tenían muy fácil entrar con el primero y ahora lo tienen prácticamente imposible con el nuevo. Jónatan Vicente tiene el 128, y con el primer sorteo (en el que salió el 122) estaba en puestos de salida (entre los seis primeros), mientras que con el 133 actual está entre los cinco últimos (la preferencia ahora irá así: 133, 134, 1, 2...).

"Vamos a impugnar el sorteo por todo lo que ha pasado. Con este tipo de cosas se te quitan las ganas", lamentó. Joan Pintor está en una situación similar:"Llevo un cabreo monumental. Es muy lamentable que se vayan a quedar solo nueve niños fuera. Es tan fácil como aumentar la ratio en dos niños: hay cinco aulas".