"Se nota que es una ley hecha por políticos y no por expertos en seguridad vial"

Andoni Martín, de la Asociación de Autoescuelas, analiza la reforma aprobada por el Congreso.

La ley de Tráfico incluye reformas importantes
La ley de Tráfico incluye reformas importantes
Luis Ángel Tejedor

El Congreso de los Diputados aprobó el pasado jueves la reforma de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. Una norma que entrará en vigor un mes y un día después de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), aunque algunas de las reformas podrían ser modificadas por el futuro Reglamento General de Circulación, cuya aprobación está prevista para junio de este año.


Entre las principales novedades cabe destacar cinco: la posibilidad de aumentar la velocidad máxima a 130 km/h en algunos tramos, el incremento de la cuantía de las multas por conducir con una tasa de alcohol en sangre que supere la permitida en más de el doble, la posibilidad de denunciar a un infractor sin necesidad de pararlo, la responsabilidad del conductor si atropella un animal y el uso obligatorio del casco en los ciclistas menos de 16 años.


Una a una las ha analizado para HERALDO, Andoni Martín, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Soria, que se ha mostrado muy crítico con la mayoría de reformas. La primera de ellas, la relativa al aumento del límite de velocidad hasta los 130 kilómetros por hora, la ha calificado de “contradictoria e innecesaria, dadas las circunstancias actuales”. Con el primer adjetivo, Martín hace referencia a la contrariedad que a su juicio supone que “hace dos años se rebajara el límite a 110 km/hora y ahora se amplie a 130 km/h”.


Entre los argumentos que utiliza para respaldar su opinión, el presidente de la Asociación de Autoescuelas destaca la antigüedad del parque automovilístico, hecho que le lleva a considerar que “no es el momento más oportuno para aplicar esta medida”. Una norma “populista hecha por políticos y que debería haber sido analizada seriamente por un grupo de expertos que conocieran las normas y regulaciones circulatorias”.


Martín cree que hay alternativas que, de paso, no serían tachadas de recaudatorias como la reforma de la cuantía de las sanciones por conducir con una tasa de alcohol en sangre superior al doble de lo permitido . Él mismo las cataloga de “utópicas” y con ellas se refiere a la formación, a la educación de los conductores en materia de seguridad para que “ellos mismos sean conscientes de los riesgos que implica conducir bajos los efectos de alcohol u otras drogas; pero parece que lo más fácil es cortar por lo económico”.

Multar sin parar

“Se permite la denuncia de un infractor por parte del agente sin necesidad de pararlo e identificarlo cuando esté realizando labores de control de tráfico y sea imposible su persecución”. Esta es otra de las novedades de la nueva Ley de Tráfico. Una medida que va a ser “muy problemática”, “sobre todo para los agentes de tráfico, que realizan una labor importantísima, y que ahora se les va a poner en la ‘picota’”.


Pese a ello, Martín cree útil esta medida en algunos casos como el exceso de velocidad (que ya se recoge en la legislación actual) o en la lectura telegráfica de los tacógrafos, ya que “a partir de ahora los conductores de estos vehículos (en su mayoría camiones y autobuses) lo van a tener mucho más difícil”, asegura.

Accidentes con animales

La nueva Ley de tráfico supondrá que la responsabilidad de los accidentes por atropellos a animales de caza recaiga sobre el conductor, cosa que hasta ahora sólo ocurría si éste incumplía alguna de las normas de circulación. “Una tropelía. Una auténtica tropelía”, que Martín no alcanza a entender “por muchas vueltas que le dé”.


Ante esta situación, el representante de las autoescuelas de Soria se pregunta: “¿quién sale beneficiado de esta demencial reforma?, ¿las compañías de seguros?, ¿los propietarios de las fincas? Desde luego los conductores no, y menos los de Soria”. “Es incomprensible”.

Uso del casco en menores de 16 años

En la idoneidad de la obligatoriedad del casco en los ciclistas menores de 16 años, Martín reconoce que “ha tenido dudas”. Por un lado, admite que el uso de protección supone reducir muchos riesgos en caso de accidente, pero de igual manera, “sería interesante que, si de verdad se quiere equiparar España con Europa en el transporte por bicicleta, se llevarán a cabo otras medidas como la inversión en carriles-bici”. “En mi opinión, si no fuera obligatorio el casco facilitaríamos el uso de la bicicleta, pero para ello hay que dotar a las ciudades de unas infraestructuras apropiadas”.