La duración de las hipotecas en Aragón baja a 23 años

La duración media de las hipotecas concedidas en la comunidad aragonesa es en la actualidad de 23 años, cinco menos que en 2008. Así lo muestran los últimos datos ofrecidos por el Colegio de Registradores de la Propiedad, donde señalan que este hecho “supone un efecto desfavorable sobre los indicadores de accesibilidad, aunque afortunadamente es compensado por el precio de la vivienda”.

O lo que es lo mismo: el acceso al crédito sigue siendo una ardua tarea, pero la caída del sector inmobiliario permite que las cantidades solicitadas sean menores. De ahí que en los últimos años sean cada vez menos frecuentes las hipotecas de 'largo plazo', aquellas que establecían un plazo de amortización de 35, 40 e incluso 50 años.

De hecho, el Gobierno central anunció esta semana que se va a limitar a 30 años el plazo máximo para conceder hipotecas de vivienda habitual como medida de “prudencia financiera”, en palabras del ministro de Economía, Luis de Guindos.

Los plazos

Actualmente los plazos de contratación son los más bajos de los últimos diez años. Por comunidades, los más amplios se dan en las zonas con el precio de suelo más caro, como Madrid (26 años y 9 meses), Cantabria (25 años y 10 meses) y Navarra (24 años y 3 meses).

“Los bajos tipos de interés deberían hacer atractivo un alargamiento de los plazos. Sin embargo, el hecho de que las entidades financieras estén aumentando los diferenciales aplicados sobre los índices de referencia supone que resulte una opción adecuada una reducción de los plazos de contratación”, señala el informe de los registradores.

En cuanto al número de hipotecas, la tendencia sigue a la baja, aunque Aragón fue la región que menos cayó en este apartado según el último dato de noviembre del Instituto Nacional de Estadística (INE). En total se registraron poco más de mil operaciones, por 19.115 en el conjunto del país. Mientras que el importe medio de una hipoteca para la compra de vivienda era en ese mes de 105.216 euros, el 4% menos que un año antes.

Ley de Medidas Urgentes

El sector espera con interés la llegada de dos factores que afectarán a todo el mercado inmobiliario y financiero: la irrupción del denominado banco malo en la venta de inmuebles, y la puesta en marcha de la ley de medidas urgentes para reforzar la protección a los deudores hipotecarios.

Entre otros aspectos, se cambiará la Ley de Enjuiciamiento Civil para que no se pueda iniciar el procedimiento de ejecución hipotecaria hasta que se hayan producido tres impagos, y se sugerirá cambiar la redacción sobre algunas cláusulas "especialmente complejas" como las cláusulas suelo, las hipotecas multidivisa o los 'swaps' de intereses.