TARAZONA Y EL MONCAYO

El Ayuntamiento de Tarazona deberá indemnizar a tres vecinos por el ruido de un pub

Una sentencia condena al Consistorio turiasonense a pagar 10.000 euros a cada uno de los afectados por responsabilidad patrimonial.

Una sentencia del Juzgado Contencioso Administrativo número 4 de Zaragoza condena al Ayuntamiento de Tarazona a indemnizar con 10.000 euros a cada uno de los tres vecinos afectados por los ruidos y las molestias causadas por un pub durante varios años consecutivos. El Consistorio turiasonense decidirá en los próximos días si recurre o no el fallo.


Los afectados, a los que defiende el abogado Ricardo Agóiz, presentaron su reclamación por responsabilidad patrimonial contra el Ayuntamiento de Tarazona el 21 de noviembre de 2007. Los reclamantes aseguraban que la música hasta alta horas de la madrugada (llegando a superar las seis de la mañana), los gritos y comentarios de los clientes y las vibraciones del edificio no les dejaban descansar.


Además, denunciaban que el Ayuntamiento hacía dejación de sus funciones al entender que la Administración municipal incumplía su obligación de velar por el medio ambiente y la salud pública y la normativa sobre ruido y vibraciones, y que el pub no tenía licencia de apertura.


Por eso, los vecinos afectados reclamaban la cifra mensual de 325 euros por cada reclamante mientras duren las perturbaciones en los domicilios de los vecinos. Se trata de la cantidad que correspondería al valor del alquiler de las viviendas de los reclamantes.


Por su parte, según consta en la sentencia, el Ayuntamiento negó los hechos aducidos y mantenía que en 1989 se concedió licencia de actividad café-bar. Además, matizaba que se trataba de una "cuestión distinta" la segregación posterior de la parte inferior de un local, donde se abrió otro independiente denominado pub.


La Policía Local de Tarazona había hecho mediciones anteriores del ruido en las que había comprobado que sobrepasaba en 13 decibelios el máximo de ruidos permitidos según la ordenanza municipal. Y las denuncias en este mismo sentido por parte de los vecinos se repitieron varias veces más entre los años 2003 y 2007.


En 2008, el Ayuntamiento puso una sanción grave al local por no tener licencia e incumplir el horario de cierre y el establecimiento fue clausurado durante un mes.


Según la sentencia, resulta acreditado por los propios informes obrantes al expediente administrativo y procedentes de la Policía Local y de los servicios técnicos del Ayuntamiento que el bar ha incumplido, mínimo desde el año 2003, la normativa sobre ruido y de apertura y cierre, careciendo también de licencia. El fallo se apoya en una sentencia similar que condenó al Ayuntamiento de Zaragoza.