Tu ciudad no es un cenicero. Es el lema de la nueva campaña lanzada por el Área de Servicios Públicos y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, en colaboración con FCC Medio Ambiente, para concienciar a la ciudadanía de la importancia de reducir el número de colillas que se arrojan diariamente en las calles.

Paradas de autobús, puertas de bibliotecas, equipamientos públicos y zonas de entrada a áreas comerciales. Son puntos donde se acumulan las colillas, elementos que suponen casi el 40% de los residuos que se recogen en las calles y aceras de la ciudad, según informa FCC. Con el objetivo de visibilizar el elevado impacto de los restos de cigarrillos, el consistorio y FFCC MedioAmbiente han grabado un video en el que han participado trabajadores de la empresa FCC para mostrar su día a día en la batalla contra las colillas. En apenas un tramo de dos metros de acera de la calle Doctor Cerrada de Zaragoza, se recogieron 44 colillas. 

Aunque habitualmente no se es muy consciente de ello, arrojar las colillas al suelo genera un importante daño medioambiental y de salud pública. Muchas de las colillas que se tiran a la calle acaban en los ríos de la ciudad y pueden llegar al mar. Desde FCC indican que una sola colilla contiene más de 70 sustancias cancerígenas y contamina 50 litros de agua dulce y 10 de agua salada.

“Seguimos trabajando para que Zaragoza sea una ciudad más limpia y sostenible, y una parte de esa labor tiene que ver con la sensibilización y la comunicación. Las colillas, que parecen algo insignificante para muchos fumadores, son, sin embargo, un importante problema medioambiental”, explica Natalia Chueca, consejera de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Zaragoza.

"En la nueva contrata de limpieza que entra en funcionamiento en 2023, se incorporarán papeleras con cenicero, pero es imprescindible que, en todo caso, las colillas no se tiren indiscriminadamente al suelo, porque es un plástico contaminante que tarda décadas en desaparecer del medio ambiente", resalta la consejera.

El objetivo de esta campaña es concienciar y educar sobre el problema que existe en Zaragoza en relación al vertido de colillas, así como sus consecuencias para la salud y para el medioambiente. Además del video corporativo mencionado arriba, se ha difundido el mensaje a través de redes sociales, mupis y carteles.