La economía circular es un tema que cada día está más en boga en el mundo. Con el paso de los años, las empresas se han ido concienciando cada día más de la importancia de adaptar su actividad para cuidar el medioambiente y modifican sus procesos productivos para poner la sostenibilidad en el centro de todo. Esto ha supuesto una oportunidad de negocio para múltiples organizaciones. Según datos de la consultora Accenture, el trabajo de introducir tales cambios podría representar un mercado valorado en 4,1 billones de euros hasta el año 2030 a nivel mundial.

Esta situación se da ya que la economía circular es beneficiosa para el futuro del planeta, según algunos estudios. La Fundación Ellen MacArthur afirma que las energías renovables pueden reducir un 55% las emisiones de gases causantes del efecto invernadero de cara a cumplir con los objetivos climáticos de la ONU. En paralelo, el cambio hacia la economía circular de las industrias reconocen desde esta organización que facilita la reducción del 45% restante de las emisiones.

En este contexto, España se ha convertido en un actor fundamental para la economía circular, ya que el 2,06% de los empleos en España ya está relacionado con este modelo productivo. Estos números lo colocan por encima de la media europea, que era de 1,76% según datos de Eurostat de 2019. Según un informe de Pacto Mundial, una iniciativa de Naciones Unidas, el 43% de las empresas españolas ha impulsado procesos de economía circular, pero, aunque el modelo que reutiliza y aprovecha los residuos materiales de los productos una vez que han terminado su vida útil se aplica ya en toda España, no en todas las regiones españolas la sostenibilidad tiene el mismo peso en la economía.

Aragón, referente

Las empresas aragonesas se han tomado muy en serio su compromiso con el planeta. En todo el territorio, son más de 1.500 las que están vinculadas a este modelo; contribuyendo al 2% del Producto Interior Bruto regional y produciendo un 2,6% del empleo.

Otros dos territorios que son un ejemplo a nivel nacional en lo que a economía circular se refiere son Cataluña y País Vasco. En la primera, el número de empresas dedicadas a este sector productivo aumentó un 60% entre 2015 y 2019, hasta llegar a las 626, lo que aporta un 4,6% del PIB de la comunidad autónoma y genera 33.000 empleos mientras que en la segunda En el País Vasco, crea 18.463 puestos de trabajo y aporta el 1,12% de su PIB.