en colaboración con bodegas borsao

El Concurso Internacional de Syrah del Mundo vuelve a premiar al vino Zarihs

El vino monovarietal de Bodegas Borsao ha sido reconocido en el prestigioso certamen durante siete años consecutivos.

Zarihs de Borsao ha sido premiado en el Concurso Internacional de Syrah del Mundo.
Zarihs de Borsao ha sido premiado en el Concurso Internacional de Syrah del Mundo.
Javier Navarro

El vino de syrah de Bodegas Borsao sigue cosechando premios a nivel internacional. Esta vez ha sido reconocido en el certamen más importantede esta variedad de uva en el mundo, que se acaba de celebrar en Ampuis, Francia. Concretamente, ha tenido lugar la 17ª edición del Concurso Internacional Syrah du Monde, donde se ha distinguido al monovarietal de la denominación de origen Campo de Borja.

Los expertos catadores se reunieron durante dos días y degustaron, según las leyes internacionales de concursos, 241 muestras procedentes de 20 países distintos. El 33% de los vinos presentados obtuvieron alguna distinción, entre ellos, tan solo tres españoles: de Mallorca, Navarra y Zarihs de Campo de Borja. En total se concedieron un total de 34 medallas de oro y 46 de plata.

El monovarietal de syrah de Bodegas Borsao siempre ha sido premiado en este prestigioso certamen. De hecho, lleva recibiendo el galardón durante siete añadas consecutivas, la más reciente la de 2019 con medalla de plata. Cabe recordar que su primera añada, la de 2013, se posicionó en el 'Top Ten mejor syrah del mundo'.

¿Aún no has probado Zarihs de Borsao?

Marida muy bien con ensaladas, arroces y carnes y es considerado uno de los mejores vinos monovarietales de syrah a nivel nacional e internacional. En su nota de cata se apunta que "el aroma es una potente impresión de moras, con un toque de humo de madera y vainilla dulce. En nariz comienza a abrirse y se desarrolla notas de chocolate negro. En boca el impacto inicial es de muy buen cuerpo, untuoso y de taninos suaves, longitud media y acidez suave. Los sabores de frutas negras dominan: moras silvestres y ciruelas secas, con notas de café espresso".

La primera syrah fue plantada en 2002 en las estribaciones del Moncayo. Los viñedos fueron meticulosamente plantados para aprovechar la calidad de los suelo, el sol y la singularidad del cierzo, que ventila las uvas de la floración hasta el pico de madurez. 

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