Cartas al director de HERALDO: La lectura, la cultura y la conciencia
La lectura, la cultura y la conciencia
Según Borges "uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído". Saber leer no forma parte del programa formativo actual. Una cosa es conocer las palabras y otra lo que representan.
En mi niñez, sin televisión, móvil ni redes, la radio emitía programas culturales que incluían poesía recitada con pasión. Algunos jóvenes nos aventurábamos en esa maravilla. Hoy al parecer eso no sirve para nada. Es posible que la cultura actual esté basada en lo que se oye decir en la televisión, en el bar o en ese rincón del cerebro que se llama costumbre. La televisión es comercial y está manipulada por la política, emite lo que la audiencia quiere ver y no parece que nuestra cultura esté mejorando. En el bar es fácil dejarse llevar y así la santa tradición, nunca cuestionada, sigue dejando caminos a ninguna parte, cuando no mentiras y desatinos. ¿Quién ama la verdad?, ¿quién indaga para saber si debe aceptar la corriente que ha heredado?, ¿quién quiere ser el conductor de su conciencia y dueño de su camino? La conciencia es nuestro dador interno de testimonio; ha de decidir lo que aceptará y lo que no después de un estudio y un análisis, por eso necesita información veraz, imparcial y fidedigna. Y quizá por eso dijo Cicerón que "un hogar sin libros es como un cuerpo sin alma". Y qué hay de un país sin alma, de un mundo sin alma, un mundo que prefiere no saber, que no quiere entrenar su conciencia para no sentirse responsable, pero... Si yo ahora desmontara con la verdad toda una cultura basada en la mentira, ¿sería amado por eso o sería odiado?
José Luis Sancho Sánchez. ZARAGOZA
Manuel Vilas y lo que dicen los huesos
Leo y vuelvo a releer las palabras de Manuel Vilas y escribo y borro una y otra vez una carta sobre su artículo publicado el 11 de abril, ‘Los huesos parlanchines’. Y las borro porque es imposible en pocas palabras contestar a todo lo que encierra ese artículo. Ya desde el título resulta insultante, pero el desconocimiento de lo ocurrido en la guerra de España es para pensar qué se pretende con esas palabras. Tiene Manuel Vilas razón cuando dice que los huesos «hablan», pero hablan a quienes tienen sensibilidad para oír sus gritos sin palabras. Piden verdad, justicia y reparación, pero, a tenor de las palabras de Manuel Vilas, parece que todavía hay muchos españoles que desconocen qué ocurrió antes, durante y después en la guerra de España. Decir los «unos y los otros» es humillante para quienes buscamos y sacamos, si se encuentran, los restos humanos de tantas fosas comunes como dejaron la guerra y la posguerra. Debería ser obligatoria en las escuelas la asignatura de Historia de España, en mis tiempos se pasaba del Abrazo de Vergara al Generalísimo Franco y ahora parece que simplemente se ‘pasa’ de todo lo necesario. Me extraña que un escritor de la categoría de Manuel Vilas resuma una historia tan importante con unas palabras que ofenden a los hechos demostrados por los historiadores imparciales. Me gustaría invitarle a la exhumación de una fosa desde el principio y puede que cambiase de opinión sobre una historia que en verdad debería avergonzarnos a todos, y no hablo de lo ocurrido en la guerra de España sino de lo que hoy se quiere imponer como verdad.
Antonio Maestro Gil. MORATA DE JALÓN (ZARAGOZA)
Injustos privilegios autonómicos
Van a celebrarse elecciones en el País Vasco y Cataluña. Todos los medios están pendientes de ofrecer abundante información, que en muchos casos llega a ser abrumadora y que minimiza otras muchas cosas que pasan en otras comunidades y son también importantes. El continuo chantaje al Estado de los políticos vascos y catalanes crea un sentimiento de rechazo al resto de los españoles, que ven que en función de un puñado pequeño de votos (fruto de una ley electoral injusta) se están consiguiendo un montón de privilegios con un trato diferencial desde hace mucho tiempo con el resto de las comunidades. La política del Gobierno del Sr. Sánchez, de cesión perpetua a vascos y catalanes para mantenerse en el poder, está creando desequilibrios en el conjunto del país e indefensión ante los abusos de estas minorías separatistas, cuyo único propósito es su propio beneficio. La mayoría de los ciudadanos queremos que se acabe este derroche del dinero público para contentar a los independentistas (que nunca tienen límite), que privilegia a los vascos y navarros con su sistema foral y a los catalanes con un regalo de 15.000 euros, además de otorgarles competencias que siempre deberían estar en manos del Gobierno. Es urgente acabar con este estado de cosas y reformar la Ley Electoral.
José Martín Escudero. ZARAGOZA
Los beneficios de la risa
La risa suaviza el estrés y mejora el estado anímico. Es comparable a una carrera moderada y en ella intervienen más de 400 músculos. Y al reírnos, el organismo recibe más del doble de oxígeno que en reposo. Influye en la productividad, pudiendo ser una herramienta laboral, facilitando la cohesión entre empleados y directivos, su buen desempeño, compromiso y creatividad. Ahora bien, un buen clima de trabajo no se genera a base de chanzas y chistes, sino propiciando bienestar, confianza y distensión para que las personas puedan mostrarse espontáneas y sentirse motivadas.
Jimena Sánchez Calderón. ZARAGOZA
Proteger las Murallas Romanas
Una sucinta nota en este diario, el pasado Viernes Santo, daba cuenta de la colocación de unas vallas rodeando las Murallas Romanas a fin de evitar que decenas de ciudadanos se subieran a las mismas para ver mejor las procesiones. Ya remití escritos sobre este asunto hace cuatro años y la periodista Encarna Samitier se hizo eco de este problema. Le hicieron caso y el pasado año ya se colocaron las vallas protectoras. A mi parecer no es cuestión de colocar esas protecciones solo en Semana Santa, pues a lo largo del año, aunque con menos afluencia, siguen subiéndose a los restos de las murallas. Sería deseable que se protejan de forma permanente, indicando con claridad la prohibición de acceder a ellas y con un panel explicativo de la historia de estos restos. En otros lugares sí que actúan de esta manera.
José Manuel Sádaba Oteiza. ZARAGOZA
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