Por
  • Pilar Clau

Será porque me amo

Será porque me amo
Será porque me amo
Pixabay

Algo ha cambiado. Será porque me amo. El sábado en la plaza del Pilar se acercó a mí una desconocida a decirme algo bueno sobre mi voz y mi poesía, y yo me puse muy contenta no tanto por lo que me dijo como por su voluntad de hacerme feliz al trasmitirme la emoción que le produjo escucharme. 

Me llenó de alegría saber que la había hecho disfrutar, pero lo que más feliz me hizo fue que se dirigiera a mí sin conocerme, comprobar que hay seres humanos que desean que los otros, conocidos y desconocidos, sean felices. No quiero halagos vanos, no me gusta revestirme de lisonjas; me gusta la naturalidad, la verdad y, si con ella podemos hacer felices a otros, no ocultarla. Lo que me hace feliz es sentirme bien y ver que los demás se sienten bien.

La adulación es, por desgracia, requisito imprescindible para prosperar en algunas empresas; la adulación y la sumisión. Ambas me repugnan. Me respetaré a mí misma y no entraré en su juego.

El periodista y experto en protocolo Ángel Pérez me habló una vez de un presidente de Aragón a quien le gustaba contar con asesores cuya ideología no coincidiera con la suya, que refutaran sus argumentos, que le mostraran otras ideas y otra perspectiva. Ángel había trabajado con otros presidentes, pero sólo uno de ellos prefería la discrepancia al agasajo; era un hombre que se amaba a sí mismo y no necesitaba que le hicieran la pelota. Quien se ama a sí mismo ama y respeta también a los demás, considera sus ideas y sus objeciones y es capaz de ver en ellas oportunidades de mejora.

"Haced todo el bien que podáis", nos decía siempre mi padre. En él, en su recuerdo, tengo el mejor ejemplo de un ser humano que se ha amado a sí mismo y no ha necesitado nunca ni adular ni ser adulado.

A Eva, la mujer desconocida que vino a decirme que le gustaba mi voz y mi poesía, la movió el solo propósito de hacerme sentir bien y me regaló un instante y un recuerdo gozoso de paz y de cordialidad: "Creo que las cosas buenas hay que decirlas", dijo, y yo pensé en mi padre: "Haced todo el bien que podáis". Gracias, Eva.

Pilar Clau es escritora y periodista

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