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Marc Solanes: "Mi bisabuela, oscense, con cuatro hijas, se fue al frente de Aragón a luchar"
El escritor y periodista Marc Solanes presenta en Cálamo 'La casa de Elna, una conmovedora historia de una mujer rebelde que se adelantó a su tiempo
Marc Solanes (Barcelona, 1993) es escritor y periodista y publica una fascinante historia, ‘Las niñas de Elna’ (Editorial Pol·len, 2023), que presenta en Cálamo el jueves 2 de mayo en compañía de Virginia Maza.
¿Cómo le llega la historia de su bisabuela María Ferrer Ferrer?
Mi abuela vio en la televisión un documental de la Maternidad de Elna y desbloqueó de inmediato el recuerdo. Fue al estudio, sacó la foto de la portada del libro, mi bisabuela y tres hijas, y nos dijo: “Esto es en la puerta de Elna”.
¿Qué sabemos de su vida en Huesca y de cómo emigró?
Nació en Apiés, después fue a vivir a Albalate del Arzobispo y allí conoció a Pere, su marido, de quien se enamoró y con quien vivió un tiempo en Albalate hasta que se mudaron a Lleida.
Fue una mujer socialista o comunista, y estaba muy comprometida... ¿Qué le contaron sus hijas, su abuela entre ellas, de su personalidad y de su actitud valiente?
Era una mujer muy zalamera, muy adelantada a su época, con muchísimo carácter y una fuerte personalidad. Eso le hizo destacar en su militancia y durante la guerra.
¿Qué sabemos de su relación con Pere, mecánico, en apariencia escasamente político, pero luego vemos que no tanto…?
Eran marido y mujer, tuvieron cuatro hijas y finalmente se ha acabado descubriendo con la investigación histórica que él también, supuestamente por influencia de ella, acabó siendo carabinero de la república y mecánico de aeronaves.
Usted ha tardado cuatro años en escribir la historia. ¿A qué se debe ese gran velo de silencio que se mantiene tantos tiempo?
A una actitud de supervivencia, una herramienta para sobrevivir al dolor y a los años, una forma de poder tirar hacia adelante olvidando todo el daño y sufrimiento al que se vieron sometidas.
A ella, la vemos participar en reuniones, en su militancia sindicalista. ¿Cómo modeló su carácter toda esa actividad?
Creemos que la hizo más terca, más ‘dura’, se convirtió en una mujer dueña de sí misma.
¿Qué hay de su partida al frente, qué se sabe con certeza de sus actividades? ¿Cómo explica ese aparente y más o menos momentáneo abandono de sus hijas?
Fue al frente de Aragón a luchar, lo hizo, creemos, porque no veía otra opción. Pere tenía que trabajar en la reparación de la aviación y ella, según cuenta su cuñada, fue al frente porque la situación era extremadamente crítica.
¿Qué significó en su vida la Casa de Elna? Creo que la fundó una enfermera suiza y estuvo abierta entre 1939 y 1944. Acogió a niños españoles y a niños judíos con sus madres.
Por sus lazos políticos, mi bisabuela creemos que acabó trabajando en Elna durante algunos meses junto a sus hijas.
¿Y el campo de Argelès, que no estaba muy lejos?
Un terror. Allí casi pierde la vida y temió por la de sus hijas, hasta que consigue huir a Elna.
Cuenta que tiene un vínculo muy claro con Zaragoza, donde morirá en 1940, seguramente en una operación, pero también es posible que fuera asesinada. ¿Qué ha podido averiguar con certeza?
Su muerte sigue envuelta en misterio. Se informa que muere por un shock cardiorespiratorio, pero a sus hijas les cuentan que fue asesinada. Murió en 1940 en el Hospital de Nuestra Señora de Gracia. Está enterrada en el cementerio de Torrero.
¿Qué ha significado para usted, como periodista, contar esta historia y desmenuzarla hasta donde ha sido posible?
Ha sido un reto profesional y personal. Un hito que en ocasiones creía que no concluiría. Ver este libro publicado es con seguridad uno de los mayores logros de mi corta carrera.
Este es un relato, con una carga afectiva muy clara, pero también es una vindicación de la memoria histórica. ¿No?
Totalmente, de las historias silenciadas de las mujeres de nuestro país.
¿Qué diría que tiene de particular, de insólita, de corajinosa, su bisabuela María Ferrer?
Fue una mujer que vivió en la época equivocada, autónoma, empoderada, valiente. Una líder nata que no dudó en morir por su familia y sus ideales.
¿Qué cree qué significó Aragón en su vida?
Ella era aragonesa de pies a cabeza. De hecho, eso fue un estigma en Lleida, donde la veían hasta como una "extranjera" entre los círculos más cerrados del campo leridano.
