Tercer Milenio

En colaboración con ITA

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De sus veranos en Erla a ser un referente femenino de la investigación científica en Estados Unidos

Sara Bandrés investiga las enfermedades neurodegenerativas en uno de los principales organismos de investigación biomédica americanos. Esta semana recogió en Baltimore el premio a la "excelencia".

A la izda., la científica Sara BandréSara Bandrés, descendiente de Erla (Zaragoza), ha sido premiada por su labor investigadora en Estados Unidos, donde reside desde hace siet años.s en el puente de Piedra de Zaragoza. A la derecha, en Nueva York.
Sara Bandrés, descendiente de Erla (Zaragoza), ha sido premiada por su labor investigadora en Estados Unidos, donde reside desde hace siete años. A la izquierda, junto a las torres del Pilar. En la imagen de la derecha, delante del rascacielos Chrysler, en Nueva York.
H. A.

La científica Sara Bandrés (Pamplona, 1988), de origen aragonés, emigró hace siete años a Estados Unidos en busca de un sueño: estar en el "epicentro" de la investigación en enfermedades neurodegenerativas para contribuir con su labor a buscar enfoques terapéuticos más específicos y efectivos para el alzhéimer, las demencias o el párkinson. "El potencial investigador humano en España es muy alto, pero los medios disponibles son insuficientes. Aquí los recursos económicos permiten llevar a cabo investigaciones de vanguardia y tanto el gobierno como la sociedad están comprometidos con la inversión en ciencia para poder desarrollar proyectos relevantes", reconoce Bandrés, que se ha convertido esta semana en la primera persona en obtener por su labor investigadora, en las categorías 'junior' y 'senior', uno de los premios nacionales de los Estados Unidos más destacados en su área

"Mi prioridad siempre ha sido la investigación, más allá de cualquier reconocimiento personal. Sin embargo, recibir este reconocimiento es muy gratificante. Es un honor que supera todas mis expectativas. No esperaba para nada esta distinción, pero me llena de gratitud y me motiva aún más a seguir dedicándome con pasión a la investigación científica", cuenta desde Baltimore, donde recogió el pasado miércoles, 15 de mayo, el galardón.  

Antes de cruzar el charco, Bandrés trabajó para la University College London (UCL), tras doctorarse en la Universidad de Granada. Actualmente trabaja para el Center for Alzheimer’s and Related Dementias, uno de los centros de investigación médica de Estados Unidos que busca prevenir y detectar las enfermedades neurodegenerativas. "Intentamos conectar la enfermedad con el genoma para entender mejor los mecanismos moleculares que subyacen a la enfermedad, así como desarrollar mejores modelos de predicción y subtipos etiológicos -basados en la causalidad- de la enfermedad. Estudiar estas bases genéticas nos ayuda a comprender mejor la base de estas enfermedades así como desarrollar enfoques terapéuticos más específicos y efectivos", explica. 

En Aragón, se estima que unas 40.000 personas sufren alzhéimer y más de 5.000 personas padecen párkinson, dos enfermedades neurodegenerativas que afectan a millones de personas en todo el mundo. El envejecimiento de la población sumado al aumento de la esperanza de vida y a una mejora en el diagnóstico ha hecho que su incidencia vaya en aumento. "Los avances en la medicina y en las técnicas de diagnóstico están identificando casos que anteriormente se pasaban por alto. Además, la concienciación sobre estas enfermedades y la mejora en el acceso a los servicios de salud mental están llevando a un aumento en las tasas de detección y diagnóstico temprano", reconoce esta investigadora.

Para prevenir el desarrollo de estas enfermedades, Bandrés invita a practicar ejercicio de forma regular, llevar una dieta saludable e evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, factores ambientales que pueden ayudar a controlar las enfermedades crónicas que afectan a nuestra salud cerebral.  

"Es fundamental mantenerse mentalmente activo y controlar las enfermedades crónicas. Además, el sueño insuficiente o de mala calidad y ciertas enfermedades virales se han asociado también con un mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia", añade. 

Un referente al otro lado del charco

Aunque gran parte de su trayectoria profesional ha discurrido en el extranjero, esta investigadora española encuentra en Aragón sus principales referentes para afrontar este desafío lejos de casa. "En España nos encontramos con limitaciones significativas debido a la falta de recursos, pero hay mucho talento. En Aragón tenemos a Santiago Ramón y Cajal, considerado el padre de la neurociencia moderna. Además de Premio Nobel, su reconocimiento a nivel mundial lo convierte en un ejemplo inspirador para todos nosotros", reconoce Bandrés, que anima a otros investigadores a vivir la experiencia de formarse fuera. "Debería ser una asignatura más que cursar en la vida", defiende.  

A medida que avanza en su carrera profesional, confiesa que le cuesta más tomar la decisión de volver a España, donde reconoce no obstante que hay mejor calidad de vida. "Si se presentara la oportunidad de seguir realizando investigación de vanguardia, con la tecnología más avanzada, muchos investigadores españoles optarían por regresar", afirma. 

En este sentido, Bandrés destaca algunas de las iniciativas que se han puesto en marcha en los últimos años para retornar talento, pero cree que todavía hay margen de mejora. "Aragón es una región donde la medicina tiene mucha presencia y la facultad ha desempeñado un papel fundamental en este sentido. Conozco a investigadores que han vuelto con el respaldo necesario para llevar a cabo proyectos científicos de renombre. Iniciativas como ARAID y los programas del Gobierno de Aragón son pasos en la dirección correcta, pero creo que aún se necesitan más apoyos para fortalecer el ecosistema científico en la región", defiende. 

En Washington, donde trabaja actualmente, Bandrés compagina su labor investigadora con la captación de talento a través de una iniciativa de apoyo individualizado a investigadores. "Colaboro con ECUSA, la Asociación de españoles científicos en Estados Unidos, donde soy la directora del programa de desarrollo profesional, y estoy encantada de poder ayudar a neurólogos o investigadores españoles interesados en venir", confiesa. 

Tras recibir el '2024 NIA Women in Science Excellence in Research Award' por su labor investigadora y convertirse en un referente en investigación científica, Bandrés habla del papel de la mujer en la ciencia y de la importancia de incentivar a las nuevas vocaciones. 

"En general, las mujeres tienen una sensibilidad especial hacia el factor humano; cada enfermo tiene una madre o una hija a su lado. La fortaleza mental femenina también se extiende al ámbito científico. De hecho, hay muchas mujeres en la ciencia; figuras como Marie Curie, Rosalind Franklin, Caroline Herschel o nuestra Margarita Salas son ejemplos claros de que la investigación no sería lo mismo sin ellas. Sin embargo, en lo que respecta a los altos puestos de dirección, la mayoría están ocupados por hombres", lamenta. 

Su infancia en Aragón

Aunque se encuentra asentada en Estados Unidos, esta investigadora española confiesa que echa de menos su tierra, sus veranos en Erla y las visitas a la basílica del Pilar de Zaragoza, donde siempre encendía una "vela" en época de exámenes. 

"Era un tiempo de felicidad, donde el calor de mi familia paterna -mis abuelos, tíos y primos de Erla y Gurrea de Gállego- me envolvía. Añoro la serenidad de aquellos días, los baños en la piscina, mis aventuras en bicicleta, el inolvidable sabor de la comida preparada por mi abuela Carmen, y la amabilidad de la gente en Erla. También recuerdo con cariño las visitas al Pilar, pasear por La Mejillonera o disfrutar de un bocadillo de calamares con mi tía Merche", cuenta. 

Pese al paso del tiempo y la distancia que hay de por medio, Bandrés asegura que esos "años felices de mi niñez en Aragón y en Erla" siguen siendo "un refugio para el alma". 

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