Los vecinos de Goya vuelven a sufrir el ruido de las obras durante toda la noche

Los vecinos del cruce de la avenida de Goya con Gran Vía vuelven a sufrir por la noche el ruido que provocan las obras de construcción de la estación de Cercanías. Tanto la madrugada del miércoles como la de hoy, las máquinas han estado trabajando en el entorno, para lamento de varias comunidades de vecinos. Según explicaron ayer fuentes de Zaragoza Alta Velocidad, se trata de unos trabajos puntuales que se esperaba que terminaran ayer por la noche.

El ruido lo provocaba una máquina fresadora que abría una zanja a la altura del cruce de la avenida de Goya con el paseo de Fernando el Católico. El objetivo de estos trabajos era lograr rebajar ligeramente la cota del túnel ferroviario en ese punto, para colocar una nueva viga que soporte la losa de cubrimiento de la estación de Cercanías. La zanja tiene unas dimensiones de cinco metros de largo por dos de ancho. Ayer, sobre las 22.00, estaban terminando los trabajos a la altura del bar Benidorm de la avenida de Goya, y fuentes de la obra indicaron que, posteriormente, sobre las 00.00 tenían previsto realizar la misma operación a la altura del instituto de Goya, donde las viviendas se encuentran algo más alejadas.

Aunque los trabajos estaban previstos que terminaran entre las 5.00 y las 6.00 de hoy, las citadas fuentes no descartaron tener que volver a repetir esta operación más adelante. Estas obras se realizan por la noche porque es necesario cortar el suministro eléctrico del túnel, y por lo tanto hay que hacerlo cuando no hay tráfico ferroviario.

Los vecinos de la zona lamentaron la falta de información, ya que, según indicaron, "nadie" les ha avisado de que volverían los trabajos nocturnos. Olga Martínez, vecina del cruce de Gran Vía con Goya, señaló ayer que la madrugada del miércoles estuvieron "toda la noche", con unos niveles de ruido "mucho mayores a los del verano". A pesar de que los calores de hace unas semanas ya se han ido, y se puede dormir con las ventanas cerradas, "se oye una barbaridad -cuenta Martínez-, y eso que yo tengo dobles ventanas". "Es un sonido muy grave y hace que vibren las paredes", apunta esta vecina, que recalca que "es indignante que no avisen a los vecinos de esto".