Conociendo el Sobrarbe tras la huella de los peregrinos

El territorio altoaragonés está señalizado con rutas que llevan a los principales enclaves, coincidiendo con el itinerario del Camino de Santiago.

Gistaín, en imágenes
Gistaín s
Laura Uranga

Visitar los principales enclaves de la comarca del Sobrarbe siguiendo las huellas de los peregrinos en su camino hacia Santiago de Compostela es posible desde hace varios años a través de una serie de rutas señalizadas con este fin.

No se trata de un camino de peregrinaje como tal, sino más bien de diversos itinerarios que conectan los distintos puntos de interés de la comarca y que proponen al visitante una manera diferente de conocer la zona. Así, quienes sigan estas rutas conocerán muchos de los lugares emblemáticos que, durante siglos, fueron frecuentados por los peregrinos que atravesaron Sobrarbe en dirección a Galicia.

Entre la selección de puntos de interés hay puertos de montaña, pueblos, iglesias, puentes y parajes naturales que fueron (y siguen siendo) testigo del peregrinaje del Camino de Santiago.

Los itinerarios propuestos desde Francia son tres: por el puerto de Urdiceto, por el puerto viejo de Bielsa o por el de Bujaruelo. En todos ellos, se recorre buena parte de Sobrarbe en dirección hacia el Alto Gállego, si se sigue el camino francés, o hacia el Somontano de Barbastro, si se opta por el camino catalano-aragonés.

Ruta del Camino de Santiago por el Sobrarbe
Ruta del Camino de Santiago por el Sobrarbe
Heraldo.es

Desde Gistaín por el puerto de Urdiceto

Esta etapa del Camino de Santiago, ya sea del francés o del catalano-aragonés, tiene una extensión de entre 110 y 130 kilómetros. A lo largo de este recorrido, Sobrarbe ofrece varios puntos de interés en los que merece la pena detenerse.

Si se opta por seguir el camino francés, el primer enclave destacable con el que se encuentra el peregrino es el Hospital de Gistaín, construido por un acuerdo alcanzado en el año 1350 para dar cobijo a los caminantes. Avanzando en la ruta, aparece la localidad de Tella, el pueblo de las brujas donde, además del centro hospitalario relacionado con la peregrinación, también se puede ver la Cueva del Oso.

El siguiente punto de interés en la ruta es Aínsa, por donde no es obligatorio pasar. Si se hace (muy recomendable), el peregrino se topará inevitablemente con la imponente plaza Mayor y la iglesia de Santa María. Finalmente, antes de abandonar Sobrarbe por el camino francés que avanza hacia Biescas, ya en la comarca vecina del Alto Gállego, se pasa por Boltaña, donde también hubo un hospital y todavía se conservan restos de puentes medievales sobre el río Ara.

Si la opción del peregrino es seguir el camino catalano-aragonés, la ruta varía en su tramo final. Comenzando por Gistaín, además del hospital, destaca el Puente de los Pecadores, de origen medieval, aunque ya no conserva su estética originaria. Tras pasar por los ya citados municipios de Tella y Aínsa, el camino cambia en este punto, continuando en este caso hacia la comarca del Somontano de Barbastro.

Así, saliendo desde Aínsa, ya sea hacia Alquézar o hacia Torreciudad, en Barbastro, las dos alternativas de esta etapa, el peregrino pasará por Santa María de Buil. En sus inmediaciones se levanta una voluminosa vivienda de tres plantas. Es la Casa Pelagrín, que domina la orilla derecha del barranco de Morillo.

Puerto Urdiceto
Puerto de Urdiceto
Sobrarbe

Ruta por el puerto viejo de Bielsa

Quienes emprendan la marcha por el puerto viejo de Bielsa tendrán por delante una etapa de Camino de Santiago francés de entre 110 y 127 kilómetros, y de entre 105 y 112 para la alternativa catalano-aragonesa.

En este recorrido, varios puntos de interés de Sobrarbe invitan a tomarse el peregrinaje con algo más de calma. La primera parada recomendada es en Bielsa. La localidad, famosa entre otras cosas por su peculiar carnaval, es una villa originaria del siglo XI donde, en la época medieval se instaló un punto de recaudación de impuestos o aduanas.

Desde aquí, el peregrino continúa la marcha siguiendo el curso del río Cinca, por donde transcurre el sendero del canal que conecta Bielsa con Tella. De nuevo en esta localidad, merece la pena acercarse a ver su famoso dolmen. También conocido como Losa la campa o piedra Vasar, el monolito se encuentra en un paraje tranquilo, a las afueras del pueblo, que invita al descanso y la meditación.

Desde aquí, el camino pasa sin excusas por Aínsa, compartiendo hasta aquí el mismo itinerario para quienes se encuentren realizando el camino catalano-aragonés. Será en esta localidad cuando las rutas se bifurquen, continuando la primera opción hacia Biescas y esta segunda, hacia el Somontano.

En este tramo final, quienes se dirijan hacia Torreciudad, en Barbastro, encontrarán, antes de abandonar Sobrarbe, dos puntos de interés. Uno es el pueblo de Banastón, perteneciente a Aínsa, donde se conserva la arquitectura popular de casas de piedra desiguales. Avanzando en el camino, el peregrino se topa con Muro de Roda, donde se puede ver la ermita de San Cristóbal, del siglo XVI, en ruinas.

Desde Bujaruelo hacia el Alto Gállego

De las tres, esta es la etapa más corta del Camino de Santiago desde Francia, con 66 kilómetros en el trazado catalano-aragonés y 33 en el francés. Para ambas alternativas, el primer punto de interés en el que merece la pena detenerse es Bujaruelo, un conjunto compuesto por un puente, los restos de un hospital y una antigua capilla. Además, numerosos montañeros se cobijan en su refugio para emprender o continuar sus excursiones por el valle.

Torla, en Aragón es extraordinario
Torla 
Laura Uranga

La siguiente parada en la ruta será la localidad de Torla, donde en el medievo también se estableció un punto de recaudación de impuestos. De visita recomendada en este punto es la iglesia de San Salvador, del siglo XVII o XVIII. Es de planta rectangular y la forman tres naves con capillas laterales y una torre adosada a la cabecera.

La marcha, tanto hacia Biescas como hacia Sabiñánigo, que son en este caso las dos alternativas de destino, continúa pasando por la localidad de Broto. Además de probar su gastronomía y de acercarse a la famosa cascada de Sorrosal, relacionado con la peregrinación, en este punto hay varias ermitas y se conservan restos de puentes medievales.

A partir de aquí, el camino se bifurca, con la opción de avanzar hacia Biescas, pasando por Yosa de Broto, o hacia Sabiñánigo, en dirección Fiscal. En este segundo caso, dos puntos de interés más aparecen antes de abandonar Sobrarbe. Son las localidades de Sarvisé y Buesa, ambas pertenecientes a Broto. A destacar, en el sendero que une ambos puntos, se encuentra la ermita de San Cristóbal. Llegados a Buesa, los prados acaparan el paisaje, típico de un pueblo dedicado a la ganadería de alta montaña.

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