aragón es extraordinario

En Chodes corren como pollos con cabeza

La bella plaza ochavada de la localidad alberga desde hace más de un siglo la singular carrera atlética bautizada como Mundial de Carreras de Pollos

En el centro neurálgico de Chodes andan en charla Isabel, su esposo Fermín y la vecina de la casa contigua, Olga; los tres viven cerca de la puerta sur de la plaza ochavada del pueblo, verdadero símbolo urbanístico de la localidad y sede del Mundial de Carreras de Pollos, que en circunstancias normales no 'covídeas' se hubiese celebrado ayer domingo; el nombre viene de los premios tradicionales que otorgaba antaño la prueba, consistentes en tres pollos para el ganador, dos para el segundo y uno para el tercero. Mañana es San Miguel Arcángel, patrón del pueblo y enseña de las fiestas locales que, como la carrera y todas las celebraciones populares de Aragón, se han suspendido este año. El año que viene, Chodes espera otorgar de nuevo un laurel mundial al mejor de sus esforzados.

“Vino un año un maratoniano –dice Fermín con una mueca cómplice– que aguantó pocas vueltas; es que esto es muy duro, porque van todo el rato con el peso en la parte de dentro, y esa pierna sufre. Los africanos le tienen cogido el punto”. “Desde que yo recuerdo, nunca se ha dejado de hacer la carrera –apunta Olga– y unos años que no fueron aquí en la plaza por lo de la carretera, las obras, se las llevaron a las eras, también dando vueltas en círculo”.

La carrera ‘grande’ da 120 vueltas a la plaza, unos 11 kilómetros; la otra, de 50-60 vueltas, es el Mundialito. Concebida y ejecutada su obra en 1676, la plaza responde a un plan urbanístico del arquitecto Juan de Marca, y la llevó a cabo el tapiador de Morata Julián de Yarza. El conjunto comprende 24 casas y tres puertas (el espacio de la cuarta lo ocupa la parroquia), unidas por tapia valenciana. Tienen dos pisos, con sus chimeneas, bodegas y corral.

Celedonio García y José Antonio Adell, escritores y corredores, han desmenuzado la tradición de la carrera en tres obras. En los últimos años, el peso de la organización (que lleva con alegría) ha recaído en Antonio Céspedes, bilbilitano de madre chodina; en el pueblo es Toño. Director del CPA Salduie en Zaragoza (lo fundó y trabaja en él desde hace 23 años) es asimismo el ‘speaker’ oficial del Mundial de Pollos. “Mi tío hizo esta función durante 30 años; cuando cumplió los 70 dijo que ya estaba cansado y me propuso coger el testigo. Ahora también ejerzo de coordinador de nuestro Mundial; lo llamamos así porque es la carrera más veterana de este tipo en Aragón, la pionera; de hecho, tras hallar una prueba escrita de la última década del XIX, creemos que es la carrera más antigua de Aragón entre las que siguen vigentes”. Céspedes aclara que “en estos 10 años que llevo haciendo la prueba vienen cada vez más corredores de fuera de Aragón, hay muchos jóvenes con nivel. En los últimos tiempos ha dominado Said Aitadi, ganador de muchas pedestres en toda España”.

Este pasado fin de semana imperó la prudencia. “Aunque los atletas pudieran correr, el valor añadido de la gente en la plaza es fundamental –explica Toño– y decidimos que era más prudente suspender. No tengo constancia de que se hubiera suspendido jamás, ni siquiera en la guerra civil, probablemente te dirán lo mismo los vecinos. El año que viene, si es posible, volveremos a la carga; es una jornada festiva que trae mucha gente al pueblo”.

Fondear en La Cala, un remedio infalible para enderezar la salud

Cuando mira hacia atrás, con el 1 de noviembre de 2005 como fecha marcada en la máquina del tiempo, Carlos Grassa Toro sonríe. La Cala (centro de estudio, investigación y creación artística sito en Chodes) cumple 15 años y celebrará la efeméride como más gusta en el lugar, con una nueva exposición; el protagonista será esta vez Gonzalo Ferreró. Hace apenas unos días echó el telón la anterior muestra de La Cala; se trataba de la selección de cien libros hecha por la docente Mariona Martínez Dorado entre todos sus favoritos.

Chodes

Grassa echa unos piropos a Mariona mientras detalla estos meses duros para la actividad del centro. “Su colección -comenta Grassa- es increíble. Íbamos a inaugurar la muestra el 22 de marzo, pero obviamente no pudo ser; arrancamos en julio y ha estado hasta el 21 de septiembre. El 13 de marzo, además, inaugurábamos una exposición de Isidro Ferrer en Arbolé, y tampoco pudo celebrarse; acabábamos de sacar su libro ‘Esto no es un cartel’. Suspendimos toda la programación de primavera, 20 actos en total”.

La Cala aprovechó la contingencia para hacer una memoria completa de actividades. “Ana, mi pareja, es diseñadora y no ha parado de trabajar ‘online’, ya está empadronada aquí... aunque seguimos esperando la fibra óptica. Decidimos ir asimilando la situación sin dejar de hacer cosas, como cursos ‘online’ con excelente eco en América Latina, incluidas residencias activas digitales desde Medellín y Lima; eso sí, llegaron golpes duros como la muerte de Jesús Jiménez, el herrero del pueblo, parte activa de La Cala desde el principio. De hecho, estoy aquí gracias a él”.

En verano, las visitas fueron a más con el avance de las semanas. “Hemos cerrado la exposición de Mariona con visitas cada día; estábamos acostumbrados a grandes inauguraciones, con un centenar de personas venidas de diferentes puntos de España, pero el modelo actual adaptado a las circunstancias es por cita previa, máximo de seis personas de una misma unidad de convivencia… el valle se ha volcado, y la respuesta de Chodes ha sido impresionante. Gente que no había venido nunca ha venido y repetido este verano; hemos actuado un poco de servicio público, aunque sea un empeño privado. Además de la exposición, hemos sido un espacio de reflexión para gente de toda la zona”.

El próximo artista que expone en La Cala, Gonzalo Ferreró, es miembro de la PAI; durante el confinamiento ha trabajado como dibujante y pintor a un ritmo increíble. “Su trabajo tiene mucha calidad –cuenta Grassa– y fíjate que nada más desembalar ya ha habido gente que ha reservado piezas. Es intuitivo, autodidacta… un genio. Ya colaboró en nuestro mural y en nuestro moai”.

Hay movimiento en Chodes. Iris Pérez y David Martínez son Dead Puppet Orchestra, dúo musical de rock, blues y querencias latinas muy popular en las calles zaragozanas, se ha afincado en Chodes; andan arreglando su casa para hacer base en el pueblo. “También se acaba de mudar otra pareja –apunta Grassa– y han regresado otras tres chicas del pueblo, que fueron antiguas alumnas mías y andan reorganizando aquí su vida. Hay futuro”.

Abel Antón, campeón mundial de maratón, tiene su arco en la plaza

Los aficionados al atletismo saben de sobra el fuerte vínculo del sorian Abel Antón con Aragón. Corredor de Helios durante muchos años, Antón es nada más y nada menos que doble campeón mundial de maratón (1997 y 1999) y campeón de Europa de los 10.000 en 1994, entre otros muchos éxitos. Corrió en Chodes con 18 años, en 1981, regresó en 1985 convertido ya en atleta de primer orden nacional (quedó segundo en la prueba grande, la de 120 vueltas) y en 2017 fue el invitado de honor: Chodes le honró con una placa en el arco sur de la plaza, en la pared contigua a la de la casa consistorial local. “Queremos completar los otros tres arcos con figuras de siempre como Santiago Esparza o Mariano Haro –comenta Antonio Céspedes– aunque hay otros nombres que también se han barajado, como el del campeón olímpico de 1.500 metros en Barcelona, Fermín Cacho”.

CHODES

Comarca. Valdejalón.

Cómo llegar. Desde Zaragoza, su capital de provincia, hay 64 kilómetros por la A-2, tomando el desvío de Morata de Jalón para coger la A-2302.

Dónde comer. El Casino, que ha reabierto recientemente, lo lleva Pilar Ibarzo (artesana del vidrio, además) después de que su padre, cartero del pueblo, hiciese lo propio durante 28 años.

Las Torcas. Este paraje ha cobrado más relevancia en los últimos años porque aporta numerosas paredes de escalada; también destaca el meandro y los desfiladeros del Jalón, en una zona de especial protección para las aves.

La variante. La A-2302 dejará de cruzarChodes por su corazón cuando se ultime la variante del pueblo, que será peatonal, con la excepción de los vehículos locales.

La parroquia de San Miguel. Forma conjunto con la plaza, de la que es eje oriental, y está flanqueada por las viviendas laterales de la plaza. Tiene planta de cruz latina con la nave, de tres tramos; remata el cimborrio, formado por un prisma octogonal.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es extraordinario'.

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