Un total de 75 municipios de la provincia no registró ni un solo nacimiento en la década comprendida entre 2005 y 2014, último dato aportado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Evidentemente, la mayor parte de estas localidades comparten un gran envejecimiento y un escaso censo poblacional, circunstancias que dificultan enormemente el empadronamiento de recién nacidos. No obstante, tampoco los municipios más grandes salen bien parados de esta estadística, al presentar bajos índices de nacimientos que no llegan a compensar los fallecidos y la marcha de sus ciudadanos a otros lugares.

Tal es la situación que solamente siete de las 183 localidades de la provincia han registrado en este periodo un crecimiento vegetativo positivo. Y en dos se equilibra. En las 174 localidades restantes han muerto más personas de las que han nacido, lo que irremediablemente está llevando a la provincia a una exagerada pérdida de población cada año. En la citada década en Soria nacieron 7.122 niños, pero 11.282 habitantes murieron. Significa un saldo negativo de 4.160 personas.

Analizando los 183 municipios se contemplan situaciones dramáticas, como por ejemplo en Quintana Redonda, donde entre 2005 y 2014 nacieron 13 personas y murieron 129. En Tardelcuende, en la misma zona, nacieron 13 y fallecieron 103. En Serón de Nágima, ocho y 134, respectivamente. En Covaleda, los 90 alumbramientos no compensan las 206 muertes. Lo mismo sucede en Duruelo, con 59 y 140. Pero hay casos más abultados todavía. Entre Arcos de Jalón, donde por cada nacimiento se computaron cuatro fallecimientos: 116 y 434.

Únicamente siete municipios presentan un saldo positivo. Destaca la capital, donde murieron 3.668 personas entre 2005 y 2014 si bien nacieron 3.914. También Golmayo, gracias a Camaretas, vuelve a presentar buenos datos, como sucede con cualquier estadística demográfica. Perdieron la vida 114 vecinos pero se registraron 349 nacimientos. Garray experimentó el doble de nacimientos (61) que de muertes (29). A Ólvega llegaron 322 niños y se produjeron 294 defunciones. Los otros tres municipios que se escapan de la tendencia son Alconaba, Castilfrío de la Sierra y Yanguas. Por su parte, los dos en que la cifra se mantiene acompasada son Ausejo de la Sierra y Villaseca de Arciel.

Las dos localidades que siguen a la capital en número de habitantes, Almazán y El Burgo, también presentan un crecimiento vegetativo negativo. Además, en términos similares. La villa adnamantina computó 485 nacimientos y 629 muertes y la burgense 418 y 665.

Precisamente El Burgo de Osma ha puesto en marcha este año una medida inédita en la provincia: ‘premiar’ los nacimientos. Las mujeres empadronadas que tengan un hijo recibirán una ayuda local de 300 euros. Una decisión recogida en el programa electoral con la que el regidor, Jesús Alonso, pretende incentivar la natalidad. El municipio busca a toda costa no caer de la barrera de los 5.000 empadronados, ya que de darse esta situación perdería una serie de fondos estatales que tiene garantizados.

"En España, el número de muertes y nacimientos está equilibrado. En Soria, sin embargo, la natalidad es bajísima porque predomina la gente mayor y encima los pocos jóvenes que tenemos se tienen que ir y emigrar a otras ciudades españolas o incluso del extranjero. Ése es nuestro problema". Con estas palabras resumía hace unos días Luis Giménez, portavoz de Soria ¡Ya!, el "drama" de la despoblación que vive la provincia, con una bajada media superior a los 1.000 vecinos en los últimos años que ha dejado una población total de apenas 91.000. Si tal balance no se corrige, Soria estará por debajo de los 80.000 vecinos en un futuro de diez años. Por eso la plataforma insiste en la "situación dramática" que vive Soria y de ahí que emplace a la clase política a introducir medidas que frenen la "sangría".

No hay que olvidar que hasta 115 de los 183 municipios sorianos tienen menos de 100 habitantes. Además, hasta 149 tienen menos de 200 residentes. Únicamente diez municipios superan los 1.000 habitantes y sólo tres (Soria, Almazán y El Burgo de Osma) sobrepasan los 5.000.

Además, durante 2014, último ejercicio del que el INE aporta datos, el 70% de los municipios sorianos perdieron población. Exactamente 129. Sólo 31 localidades consiguieron aumentar vecinos, el 17%. Y los 23 restantes (13%) no experimentaron ninguna alteración.