El petróleo, esa mezcla de compuestos orgánicos que sustenta nuestra civilización, se somete tras su extracción a procesos de desalado, calentamiento y destilación, para obtener butano, propano, gasolinas, queroseno, gasoil, fuel... El coque de petróleo y el azufre son los residuos que quedan al final de estos procesos. Y la empresa aragonesa Taim Weser monta instalaciones para que coque y azufre sean reaprovechados, contribuyendo así a las aspiraciones de 0 residuos de la llamada economía circular.

"Lo que hemos desarrollado son soluciones integradas para el aprovechamiento de residuos, convirtiéndolos en productos en las propias refinerías", explica Luis Monge, de Taim Weser. De este modo, las plantas petroquímicas, habituales clientas de Taim Weser por su maquinaria de última generación, adquieren ahora también esta solución tecnológica de reciclaje que transforma residuos en productos para su venta posterior a otras empresas.

¿Quiénes compran coque de petróleo y azufre? "El coque derivado del petróleo tiene variadas aplicaciones -detalla Monge-, desde su uso como combustible hasta la producción de electrodos para industrias metálicas". Y el azufre se emplea en la industria química, "como elemento central en la producción de ácido sulfúrico y sales derivadas", y también en agroalimentación, "como biocida o en la producción de fosfatos".     

Veamos en qué consiste esta solución tecnológica de transformación de 'basura' en productos útiles: "Más como socios tecnológicos que como proveedores -aclara Monge-, diseñamos, fabricamos y suministramos las instalaciones a medida, según las necesidades de cada refinería. Los equipos incluyen sistemas transportadores por banda, grúas puente y pórtico, tolvas de recepción, sistemas de molienda, máquinas apiladoras y recogedoras, instalaciones de almacenamiento y estaciones de carga de camiones, trenes o barcos". 

Así, la gestión completa de los residuos está garantizada, con medidas de máxima seguridad. "Son diseños específicos para trabajar en entornos muy agresivos, ambiente explosivo, polvo abrasivo, climatología extrema...", que se someten a una estricta normativa europea de seguridad (ATEX). "Incluyen sistemas de protección contra emisiones de ruido y polvo y sistemas de recogida de fluidos".

Taim Weser da a cada cliente lo que éste necesita. Según el proyecto, los diseños incluyen unos u otros materiales y exactamente los sistemas que la refinería precisa. Son soluciones integradas muy innovadoras que ya han sido instaladas por la empresa aragonesa en países de Europa, Asia, Oriente Medio, África y América.