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"Tropecé con la bici en una arqueta y el Ayuntamiento no asume su culpa"

José Luis Redondo Forniés, ciclista aficionado, reclamó una indemnización de menos de cincuenta euros. El consistorio acaba de desestimar su petición.

"Tropecé con la bici en una arqueta y el Ayuntamiento no asume su culpa"
"Tropecé con la bici en una arqueta y el Ayuntamiento no asume su culpa"
oliver duch

José Luis Redondo Forniés muestra indignado la resolución del Ayuntamiento de Zaragoza en la que se desestima su solicitud de indemnización presentada tras sufrir una caída al meter la rueda de su bici en una alcantarilla descubierta en la acera del carril destinado a los ciclistas en el Tercer Cinturón, a la altura de la avenida de la Jota, que, al parecer, había sido robada días antes.

 

Este deportista aficionado, de 65 años, pedía 48 euros para cubrir un casco nuevo que tuvo que comprar ("el más barato que encontré") y los gastos farmacéuticos de unos apósitos necesarios para curar la contusión en su hombro izquierdo. "Afortunadamente -dice- no me pasó nada, pero el golpe fue tan fuerte que me podía haber matado". Aun así fue atendido en el hospital Miguel Servet.

 

Los hechos ocurrieron el 23 de agosto de 2008. Redondo circulaba por el carril bici con otro ciclista cuando tuvo que esquivar a otro que venía de frente, con tan mala fortuna que la rueda delantera quedó encajada en el agujero de una alcantarilla sin tapa. Él salió despedido por encima del manillar y cayó al suelo.

 

"Justo cuando iban a llamar a la Policía, pasaron dos agentes por allí, que levantaron un acta e hicieron fotos. Ellos, verbalmente, me dijeron que era una de las alcantarillas cuyas tapas habían sido robadas unos días antes". En concreto, se refiere a un suceso que ocurrió el 20 de agosto, cuando fueron sustraídos 34 elementos de este tipo en Zaragoza.

 

"Allí no había ni un aviso de peligro, ni una valla de seguridad, ni unas cintas que advirtiesen del riesgo. Es cierto que iba algo despistado hablando con el compañero, pero ¿cómo iba a imaginar que me pudiese encontrar con una alcantarilla abierta?", relata. "Quedé tendido en el suelo y, mientras estábamos allí, pasaron varios ciclistas advirtiendo de que faltaban otras tapas en los alrededores".

 

José Luis Redondo dio a conocer su accidente en HERALDO ese mismo día, aunque decidió no presentar una denuncia. Sí se dirigió, sin embargo, al Ayuntamiento de Zaragoza para reclamar, aunque "no me importaba el dinero sino que me dieran la razón".

 

Meses después del accidente recibió una llamada telefónica del servicio de alumbrado público para interesarse por la arqueta en la que había sufrido la caída. El 1 de abril de 2009 presentó una instancia para conocer el estado de su solicitud de reclamación.

 

El día 20 de enero el Ayuntamiento resolvió que desestimaba su petición y, entre los aspectos que destaca en el escrito, se encuentra que la alcantarilla no pertenece al alumbrado público. También se recoge que el reclamante "no acredita la responsabilidad de esta Administración en los hechos" y que "no queda probado que los daños se produjeran por el mal estado del carril bici". En otro de los apartados se habla de que "por parte del servicio de Conservación de Infraestructuras se desconoce a quién puede pertenecer dicha tapa".

 

"Si hubiese denunciado -afirma Redondo-, ahora no cuestionarían si fue un accidente o no. No merezco esta contestación. ¿Tendría que haber ido con un notario que certificase cómo ocurrieron los hechos?".

 

Fuentes municipales lamentan el accidente ocurrido y aclaran que la resolución ha tenido en cuenta varios factores, como que la arqueta se encuentra fuera del carril bici y que no pertenece al alumbrado público. En la tapa se puede leer 'señales tráfico' junto al logotipo del Consistorio. La alcantarilla descubierta no se debió a la falta de mantenimiento o negligencia, sino a un hurto, por lo que escapa de la responsabilidad directa y automática del Ayuntamiento. El afectado dispone ahora de un plazo para alegar.