TECNOLOGÍAS

Robots que se mueven a ritmo de 'Thriller'

Más de 300 investigadores presentan estos días en Zaragoza los mayores avances en el campo de la robótica.

Robots que se mueven a ritmo de 'Thriller'
Robots que se mueven a ritmo de 'Thriller'

¿Quién ha podido olvidarse de Kitt, el coche fantástico capaz de aparcarse él solito? ¿Y de la mano biónica que salvó a Luke Skywalker después de que Darth Vader le amputase la suya? Y ahora, ¿quién es capaz de imaginar que semejantes delirios de la imaginación estén a punto de abandonar el campo de la ciencia ficción?

Pues así es. Los mayores expertos en robótica del mundo trabajan en estos momentos en conseguirlo, aunque algunos de ellos han hecho esta semana una parada en el Paraninfo de Zaragoza para participar en el 'Robotics: Science and Systems', el congreso de robótica de mayor prestigio internacional.

Allí, o se es un experto en la materia, o quedarse con la boca abierta es inevitable. Una pequeña máquina que apenas levanta tres palmos del suelo va y viene entre las piernas de los asistentes. A unos cuantos metros, un joven con un gorro lleno de electrodos en la cabeza se concentra en un punto. Y, de repente, el robot se dirige a ese lugar. ¿Magia? No. ¿Telequinesia? Tampoco. Simplemente, ciencia. Un ordenador procesa las ideas del joven, las trata, y las envía al robot a través de internet. Ayer hombre y máquina se encontraban en la misma sala. Pero el sistema también ha funcionado a más de 10.000 kilómetros, la distancia que separa España y Japón.

Michael Jackson empieza a sonar de fondo. Nao, un humanoide de 58 centímetros, no puede evitarlo y se pone a bailar. Sin embargo, la danza no es el único hobby del pequeño robot, del que se han vendido más de 500 ejemplares en todo el mundo. También juega al fútbol y practica taichí.

PR2 es, sin embargo, una máquina más de su casa. A él lo que le gusta es doblar toallas y colocarlas ordenadamente en un lugar. Se trata del robot personal más avanzado del mundo, capaz de coger objetos especialmente complicados. Un privilegio de más de 325.000 euros.

Pero de momento, este tipo de robots solo se venden -o en alguna ocasión se ceden temporalmente- a universidades y centros de investigación con el objetivo de que desarrollen aplicaciones concretas para darles más utilidades.

Curiosidades al margen, en unos años estos avances podrían revolucionar el día a día, especialmente el de aquellas personas con algún tipo de discapacidad o problema de movimiento. De momento, ya han dejado de ser aquellos 'chismes' estrambóticos que se veían en el cine para acercarse un poquito más a nuestra realidad.