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¿Qué fue antes, el árbol o la cancha de baloncesto?

Un solitario pino se levanta en medio de la pista de baloncesto de la Ciudad Jardín, donde niños y mayores tienen que lidiar con él mientras juegan.

El baloncesto en la calle es más sencillo que en la cancha
¿Qué fue antes, el árbol o la cancha de baloncesto?
ESTHER CASAS

Qué fue antes, el huevo o la gallina? Y puestos a preguntar: ¿qué fue primero, el árbol o la cancha de baloncesto? Como se puede apreciar en la imagen, la segunda incógnita no genera tanta duda como el conocido dilema del huevo y la gallina. Un solitario y robusto árbol se levanta -ajeno a todas las molestias que provoca- en medio de una cancha de baloncesto de la plaza de Domingo Savio, en el parque de la Ciudad Jardín. "Está claro. El árbol estaba antes que la cancha", asegura Javier Bintaned, un vecino de la zona de 39 años.

 

Javier lo conoce bien, lleva viviendo más de diez años en el zaragozano barrio de Delicias y recuerda que el pino siempre ha estado allí. "Hace años reformaron la plaza, y construyeron esta cancha, pero no movieron el árbol", cuenta. De hecho, la pista está embaldosada, salvo el recuadro que rodea al árbol.

 

No fue el azar ni la madre naturaleza quien quiso que árbol y jugadores convivieran, pero lo cierto es que el pino se ha convertido en un apasionado del baloncesto y no falta nunca a su cita deportiva como espectador privilegiado. "A veces, es difícil jugar cuando se tiene un adversario de su talla", bromea Antonio Ruiz, vecino de Ciudad Jardín, de 43 años. Antonio acostumbra a reunirse con Javier y otros amigos para echar unas partidas. "Solemos venir los domingos por la mañana cuando hace buen tiempo para echar unas pachanguitas y siempre hay gente en la pista", recuerda Antonio.

 

La cancha limita con las piscinas de Ciudad Jardín y varios colegios, de forma, que numerosos niños aprovechan para jugar en la pista al baloncesto o al fútbol. "Más de uno se habrá hecho algún chichón con este árbol", sugiere Antonio. "Cuando eres joven y vas a hacer alguna entrada y te topas con el árbol, pues lo esquivas y ya está, pero nosotros que somos más máyores (pero no mucho) nos lo hemos comido alguna vez", añade, aunque reconoce que ya con el tiempo se han hecho a este 'patoso' jugador y suelen prever con tiempo sus movimientos. Resignados, Jesús y Antonio admiten que en verano la sombra que da el árbol les viene bien porque tapa la canasta.

 

"Además, cuando llega la primavera, incluso organizan pequeños torneos los grupitos de jóvenes", cuenta Jesús. A pesar de que ya le han cogido cariño, reconocen que preferirían que cambiaran el árbol de lugar ("cualquier cosa menos talarlo", insiste Jesús, jardinero de profesión). "Aunque creo que sería más fácil trasladar la cancha, porque los pinos tienen las raíces muy profundas y habría que levantar buena parte del embaldosado para trasplantarlo", explica Jesús.

Basura y baldosas rotas

Al margen de las molestias que pueda causar este árbol, que tiene entre 25 y 35 años a sus espaldas, los vecinos piden que se preste más atención a esta zona del barrio, ya que hay otros problemas todavía sin resolver en el entorno de la Ciudad Jardín, como por ejemplo, la dejadez que se observa en el parque.

 

"Las baldosas se están levantando en algunas zonas. Además, prometieron en su día poner suelo de caucho en el parquecillo infantil, porque tal como está ahora, en cuanto llueve se embarra todo y ya no pueden jugar los niños, pero todavía estamos esperando. Y hay muchos días en que el resto del parque está lleno de suciedad ", lamenta Antonio, que suele bajar con sus hijos a dar una vuelta por esta zona verde.