"No puedo dormir ni ver la tele por el ruido"

Un grupo de vecinos, en la terraza de la comunidad, con la ribera y el quiosco al fondo.
"No puedo dormir ni ver la tele por el ruido"
JOSÉ MIGUEL MARCO

Las riberas del Ebro parecen una verbena. Es una vergüenza. No podemos cenar, ni hablar, ni dormir… Estoy pensando incluso en vender el piso y mudarme". María Cristina Arias, de la comunidad de propietarios Virgen del Pilar, en el barrio de Jesús, de Zaragoza, expresa así su indignación por el exceso de ruidos provocados por las actuaciones incluidas en los Festivales del Ebro. Como ella, son más los vecinos que critican esta situación y que se unen a su protesta.

La programación que impulsa el Ayuntamiento comenzó el 12 de junio y se prolongará durante todo el verano. Entre las actividades previstas hay música, folclore, arte urbano, teatro, cine… que se desarrollan en nueve escenarios a lo largo del río. Arias se queja de que "ponen los altavoces a todo volumen incluso los días laborables" y "así no se puede vivir". Según ella, noche tras noche se repite la misma historia. "Da igual que sean jotas o música electrónica. Estamos cenando y no tenemos por qué estar oyendo los monólogos de humor desde casa -cuenta- y tampoco poner la tele demasiado alta".

Para todos los vecinos las molestias se agravan en verano, "que es cuando abres las ventanas por las noches". Muchos, según destaca, optan por bajar las persianas pero "aún así se sigue escuchando", algo que califica como "intolerable y que supone una falta de respeto y consideración al ciudadano".

Hasta esta zona les llega el ruido "de tres puntos diferentes de los nueve que hay a lo largo del Ebro. Es algo continuo. Antes ya lo sufríamos, pero no a este nivel", recalca. Su malestar se materializó en una denuncia presentada en el registro del Ayuntamiento en la que exponía las molestias que le causaba a su familia, sobre todo a una persona mayor que vive con ella, y pedía que se clausurasen los conciertos, tanto en el quiosco Le Pastis como en otros que les pudieran afectar. La respuesta recibida no fue de su agrado: "Simplemente me dijeron que llamara a la Policía Local para que realizasen la medición de ruidos y formular la denuncia si procediese".

Fuentes del área de Cultura del Ayuntamiento pusieron de manifiesto que se intentará paliar, en la medida de lo posible, las molestias causadas a los ciudadanos.

María Cristina Arias está haciendo extensiva sus críticas a los representantes de los grupos políticos y tiene previsto presentar una queja formal ante el Justicia de Aragón, que suscribirán otros propietarios. "Soy consciente -dice- que para este año ya no se va a actuar, pero espero que se nos tenga en cuenta para próximas ediciones y que lo organicen en lugares insonorizados o aislados, como podría ser el recinto de la Expo, o de manera rotatoria". "Trataremos de agotar todos los cartuchos", adelanta.