HERALDO ABIERTO

Problemas de accesibilidad que hallan solución

Un operario de las obras del tranvía ayuda a Jesús y Mariví a cruzar por una pasarela de Gran Vía.
Problemas de accesibilidad que hallan solución
OLIVER DUCH

Las obras del tranvía de Zaragoza representan una molestia para los vecinos, comerciantes y usuarios de las zonas afectadas, conscientes de que deben sufrir diversos inconvenientes hasta que estas finalicen, en 2011.

Jesús vive en Gran Vía, 33, y tiene que acudir a diario a rehabilitación en la avenida de Goya; un camino lleno de dificultades. Su mujer, Mariví Piqueras, y sus hijos se encargan de llevarlo hasta allí en silla de ruedas, sorteando los numerosos obstáculos que encuentran a su paso: baches, pasarelas, aceras estrechas y el apretado tránsito de personas por la zona.

Mariví Piqueras denuncia que "hacer este recorrido es casi imposible y que hay que tener cierta experiencia para sortear estos impedimentos, aunque comprendemos que hay que pasar por estas molestias hasta que terminen las obras".

Miguel, hijo de Jesús y Mariví, subraya, además, que "es un trayecto bastante dificultoso para personas mayores", y añade que "si una ambulancia tuviera que acceder al lugar, resultaría prácticamente imposible"

Actualmente, se está acometiendo en esta zona de Gran Vía la renovación de las aceras, se han instalando plataformas para el paso de peatones y puntos de información y atención a los usuarios "a pie de obra".

Atajar problemas

Al ser consultada por este periódico sobre esta denuncia, desde la sociedad Tranvías de Zaragoza se explica que "existe una especial atención a estas incidencias y ante los inconvenientes que las obras puedan causar". De hecho, desde esta entidad se anima a los ciudadanos afectados a exponer sus sugerencias ante complicaciones en la movilidad por medio de cualquiera de sus vías de contacto: teléfono (902 205 010) e internet (www.tranviasdezaragoza.es). "Se actúa con sensibilidad ante casos así y se activa un protocolo de urgencia. Lo importante es que conozcamos estos casos para atajarlos rápidamente", aseguran fuentes de la sociedad.

Ante la preocupación por los accesos de bomberos y personal sanitario, la sociedad aclara que "existe una normativa de actuación para casos de emergencia y se actúa conforme a un protocolo establecido".

La situación de Jesús es una de las más peculiares, aunque no es la única. Marivi explica que "es como si estuviéramos sitiados: al salir del portal, si vas a la izquierda hay unas escaleras que conducen a la calle Cervantes; un acceso imposible en silla de ruedas. Y si te diriges a la derecha, único camino que podemos tomar, hay que cruzar toda la zona en obras de Gran Vía".

No obstante, el departamento de comunicación de Tranvías de Zaragoza ya se ha puesto en contacto con Mariví para estudiar la mejor solución y "revisar punto por punto" los pasos conflictivos en busca de una solución en todos los aspectos.