Cuando apenas habían transcurrido siete horas de su llegada al hotel de lujo en el que se hospeda, la primera dama de Estados Unidos y su hija Shasha han visitado en la tarde del miércoles el centro histórico de Marbella, acompañadas por unos amigos.

La primera toma de contacto de Michelle Obama con la Costa del Sol, un destino vacacional que vive su temporada alta, ha sido sobre las siete de la tarde en las estrechas calles del casco antiguo de Marbella.

En su itinerario, ha entrado en una tienda de abalorios cercana al Ayuntamiento del municipio, y ha seguido la marcha ante la expectación de los comerciantes, que han salido a la puerta de sus establecimientos.

Antes de la visita, la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, ha inspeccionado este recorrido junto a las fuerzas de seguridad. Según fuentes municipales, se baraja la posibilidad de que Michelle pueda cenar en un restaurante de la zona.

Para desplazarse hasta el centro de Marbella, la comitiva de vehículos ha salido a las 18:30 del hotel. Han escogido la autopista de peaje, han pasado por el arco que da la bienvenida a la ciudad, y luego por la avenida Ricardo Soriano, un trayecto en el que han sido seguidos por un helicóptero en todo momento.

Además del dispositivo de seguridad que acompaña a la primera dama estadounidense, en las calles de Marbella hay numerosos agentes de la Policía Nacional y Local, que han establecido un perímetro de seguridad.

Este jueves, la primera dama de Estados Unidos y su hija tienen previsto visitar Granada para recorrer sus principales atractivos culturales y turísticos, entre ellos la Alhambra y la Catedral, así como los barrios del Albaicín y del Sacromonte.

La esposa del presidente norteamericano permanecerá en España hasta el próximo domingo día 8. Durante su estancia tiene previsto visitar a los Reyes, que veranean en Mallorca.