HERALDO ABIERTO

"No pedimos que quiten la arena por capricho, sino por problemas de salud"

El material de algunos parques infantiles preocupa a vecinos zaragozanos. Dicen que la tierra, además de generar incomodidades, constituye una barrera para carritos, sillas de rueda y personas con afecciones dermatológicas.

En Valdespartera, muchos parques están cubiertos de arena, que el viento levanta con frecuencia.
"No pedimos que quiten la arena por capricho, sino por problemas de salud"
OLIVER DUCH

Entre las calles Luces de la ciudad y Quimera del oro, en el joven barrio de Valdespartera (Zaragoza), hay un parquecillo infantil que trae de cabeza a más de una madre. "Aquí, la mayoría de las zonas de juego están cubiertas de arena gruesa que, más allá del incordio que es que se le metan a los niños en los zapatos y en la ropa, puede suponer un riesgo. A mi hijo mayor, hace un tiempo, se le metió una piedrecita en el ojo y le provocó una herida. Y si lo descalzo para que juegue, corre el riesgo de clavarse algo", cuenta Ana Cristina Marín López, vecina de Valdespartera desde hace casi un año.


Ahora que llega el buen tiempo, los padres acuden a estos espacios a jugar con los pequeños. "Por culpa de las obras, han cerrado muchos parques, como los del paseo de los Olvidados o el de la plaza de Bambola. Y de los que quedan, la mayoría son de arena", lamenta Ana Cristina, que pide que coloquen suelo de caucho como han hecho en el centro de la ciudad: "Tienen que darse cuenta de que aquí, en Valdespartera, con el viento que hace, es un problema aún mayor porque el cierzo levanta la arena o mete basura de fuera. Que dejen un pequeño arenero". Otras madres, como Trini Pérez, reclaman más sombras: "En verano, el calor es insoportable, y tampoco hay fuentes". "Si no ponen sombras, que coloquen, al menos, una manguera", bromea otra madre.


Una barrera arquitectónica

En otras zonas de la ciudad, la arena constituye una auténtica barrera para algunos usuarios, como en el parque Taifa de Saraqusta (en el barrio Romareda), que resultó ser el más denunciado de España en la campaña 'Queremos jugar' de Save The Children que ponía de relieve el mal estado de los parques.


"Llevamos dos años de quejas para que quiten la arena. Y no es capricho, es que supone una auténtica barrera, tanto para las sillas de ruedas y los carros de bebé como para los niños que tienen alergias o problemas dermatológicos, como el mío, que no puede acercarse porque se le irrita la piel", explica Beatriz Álvarez. Las quejas han llegado al Ayuntamiento, que ha quitado "tierra al asunto" y asegura que hay problemas mayores. "¿De qué nos sirve un parque si no podemos entrar? Hay tres zonas de juego, al menos, que una la dejen sin arena", pide esta madre.