Orgullo a ritmo de "Chiki chiki"

Más que una manifestación, lo que recorrió ayer por la tarde el centro de Zaragoza fue una fiesta ambulante. Se celebraba, como cada año por estas fechas, el Día del Orgullo Lésbico, Gai, Transexual y Bisexual (colectivo conocido por las siglas LGTB), y algo más de medio centenar de personas salieron a las calles de la capital aragonesa en una jornada de "orgullo y protesta", como decían los lemas de algunas de las pancartas.

Este año, por acuerdo de las asociaciones de LGTB de toda España, el Día del Orgullo se celebraba bajo el lema "Por la visibilidad lésbica", por lo que las mujeres fueron las protagonistas de la manifestación, que salió de la plaza de San Miguel a eso de las 20.20. Tras la pancarta de cabecera, portada por los líderes de los entidades convocantes -entre las que destacaba el concejal del Ayuntamiento de Zaragoza por IU, José Manuel Alonso-, el arranque de la marcha estaba compuesto por un grupo íntegramente femenino. Unos metros más atrás, una gigantesca bandera con los colores del arco iris (símbolo del movimiento por los derechos de gais y lesbianas) era transportada por una veintena de mujeres, ayudadas por algún que otro hombre.

Pero, a pesar del lema de la manifestación, la mayor visibilidad de ayer la tenía una 'drag-queen' que, gracias a unos zapatos de plataforma de 50 centímetros y un penacho de plumas de más de 20, sobresalía por encima de pancartas y banderas. Ella sí que era visible.

Al ritmo de animadas percusiones, la marcha recorrió una abarrotada avenida de la Independencia, despertando la curiosidad de los paseantes, que reían ante algunos de los ingeniosos lemas coreados: "Mola ser gai" (cantado con la melodía de "YMCA", de los Village People), "Vente, vente a la acera de enfrente", "De la acera de enfrente no nos moverán" y, especialmente, una muy apropiada para este año: "Yo ya lo sabía, que Fluvi era gai".

La más exitosa de todas las consignas fue la versión del "Chiki chiki" compuesta para la ocasión: "Y del armario se sale así: uno, abre la puerta; dos, sal para fuera; tres, cierra la puerta; cuatro, ponte a vivir".

Concluida la marcha, llegó la parte más seria de la jornada, la obligada lectura del manifiesto reivindicativo, redactado por la convocante del acto, la Plataforma 28 de Junio, integrada por partidos como el PSOE, CHA e IU, asociaciones vecinales, oenegés, sindicatos y, por supuesto, asociaciones de LGTB. "Como lesbianas -decía el manifiesto- sufrimos una doble discriminación impuesta por el modelo imperante patriarcal, machista y heterocentrista: la de ser mujeres y la de ser lesbianas". En el texto hubo una mención explícita a la actitud de la jerarquía eclesiástica hacia el colectivo de gais y lesbianas, cuyo papel calificaron de "insoportable".