Las multinacionales Nokia y Microsoft escogieron el Mobile World Congress que se celebra en Barcelona para escenificar su gran pacto por el que el grupo que fundó Bill Gates instalará el sistema operativo Windows Phone en los terminales del gigante finlandés.

Para ello, nada mejor que el presidente de Microsoft, Steve Ballmer, utilizase su conferencia para dar paso al presidente de Nokia, Stephen Elop, y que juntos coincidiesen en que este pacto no solo es excelente para ambas compañías, sino también muy positivo para el conjunto de la industria.

Sin anunciar grandes novedades, quedó la teatralidad de que el presidente de un gigante mundial como Nokia participe como estrella invitada en la ponencia de un líder en software como Microsoft, algo nada habitual en un acto de este estilo.

El apretón de manos cordial entre Elop y Steve Ballmer fue la imagen, siempre mejor que mil palabras, que definió el día y seguramente el congreso.

Ballmer destacó en su alocución las mejoras que se van a introducir en Windows Phone (mejor sincronización entre Twitter e Internet Explorer 9) y las sinergias que a su juicio se producirán gracias al pacto con Nokia, que sigue siendo el primer fabricante de móviles del mundo -28 % de cuota de mercado en 2010- pero que ha perdido pie con los 'smartphones', algo que ahora quiere recuperar gracias a la colaboración con Microsoft.

La venta de Twitter, un rumor

El consejero delegado de Twitter, Dick Costolo, calificó de «rumores» las noticias sobre el posible interés de Microsoft o de Facebook por adquirir esta red social. Costolo puso el acento en los planes para homogeneizar las distintas versiones del portal en función del terminal desde el que se consulta y simplificar el servicio.

Durante el día también destacaron dos presentaciones mundiales, las de Sony Ericsson con el primer dispositivo que combina la capacidad de un móvil inteligente con una consola de juego PlayStation (el XperiaTM Play), y el nuevo Optimus 3D, con aplicaciones tridimensionales sin necesidad de gafas.

En el salón, aluvión de novedades y, sobre todo, masiva presencia del robot verde que es el símbolo de Android, el sistema operativo de Google, que por primera vez acude a este congreso con un pabellón propio, pero también poniendo el robot en todos los stands de empresas que operan con él. Su presencia, a simple vista, resulta masiva.

Entre los aspectos negativos, una inauguración triste, sin discursos y que, además, se vio ensombrecida por la lluvia. Tanto el ministro de Industria como las autoridades presentes se esforzaron en mostrar su apoyo para que Barcelona siga siendo la sede de este Congreso.