El zaragozano Álex Núñez, que recorre la India durante 10 meses, se encontró hace unos días con Jitu en Rishikesh, a orillas del Ganges. En seguida entabló amistad. “No somos novios. Lo que pasa es que darse la mano es costumbre aquí entre amigos”, aclara Álex sobre la foto que ilustra estas líneas.

Jitu es uno de los peregrinos seguidores de Shiva, una de las deidades hindúes más importantes. “Visten de naranja, tienen entre 15 y 30 años, suelen ser varones y muy religiosos -cuenta-. Salen de sus pueblos para un viaje hasta alguna ciudad santa por donde pase el Ganges. Allí recogen agua del río sagrado, que purifica y da suerte, y se la llevan a sus pueblos”.

Álex explica que se mueven en grandes grupos e invaden las carreteras. “Avanzan entre cánticos, que se oyen desde lejos, donde una voz grita y los demás contestan”, cuenta este zaragozano. “El 8 de agosto es su día más grande. Para entonces, habrán cerrado ciertas carreteras por la inundación de chicos de naranja”, apunta Álex.