LEY ANTITABACO

Los cafés y bares se oponen a la reforma de la ley antitabaco que plantea la DGA

La asociación mayoritaria de la hostelería considera que prohibir fumar en todos los establecimientos "solo añadiría un problema a nuestros negocios, en este momento de crisis galopante". El sector se encuentra dividido y entre los restaurantes sí que existe cierto apoyo al endurecimiento de la norma nacional.

Ana y Carlos fuman un cigarrillo en el Astoria, en la calle San Vicente de Paúl, en Zaragoza
Los cafés y bares se oponen a la reforma de la ley antitabaco que plantea la DGA
JUAN CARLOS ARCOS

Los hosteleros aragoneses tienen opiniones encontradas respecto al endurecimiento de la Ley del Tabaco en la comunidad autónoma que plantea el ejecutivo aragonés. Mientras que HORECA, que representa a buena parte de los restaurantes, ve con buenos ojos una ley más restrictiva que llegue incluso a la prohibición total del consumo de tabaco en lugares públicos, la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza, mayoritaria en el sector hostelero, muestra su rechazo frontal a esta posibilidad.


Pedro Giménez, presidente de esta asociación, que engloba a unos 1.500 establecimientos, opina que no es pertinente el cambio en la ley, ya que la norma actual "no supone problemas de convivencia" y un cambio "en este momento de crisis galopante perjudicaría al sector".


Según Giménez, "nosotros manifestamos nuestra posición en la primera reunión del grupo de trabajo creado por la Dirección de Salud Pública de la DGA". En ella, representantes de la Administración, los empresarios, los consumidores y los trabajadores debatieron sobre la situación actual de la ley.


De esa mesa de trabajo ha resultado un documento titulado 'Garantizar espacios sin humo en todos los espacios públicos. Propuesta de modificación de la legislación vigente en materia de consumo de tabaco en el sector de la hostelería y el ocio', cuyo contenido aún no se ha hecho público, ya que, informan desde el Departamento de Salud y Consumo, se trata de un documento de uso interno. Lo que sí ha transcendido es su apuesta por "endurecer la Ley del Tabaco para garantizar la salud laboral de los trabajadores de la hostelería; que los ciudadanos dispongan de ambientes libres de humo en los lugares de ocio; que se evite la discriminación entre distintos empresarios que existe en la actualidad, y, finalmente, que disminuya la aceptación social del tabaco".


La Asociación de Cafés y Bares estuvo presente en la primera de esas reuniones y abandonó el foro de discusión. Más adelante, se negó dar su apoyo al citado documento. "La ley está bien como está a nivel nacional", dice Giménez, que no entiende la postura de la DGA de "ir por delante de los demás" en este asunto. "No es el momento de tocar nada. En una situación de crisis galopante, cuando se avecina un año de bajada de ventas, esto solo añadiría un problema". Giménez reconoce los efectos nocivos del tabaco, pero cree que su consumo en lugares públicos no plantea "problemas de convivencia". "No hay conflicto", asegura.


Sus asociados se han mostrado preocupados ante este posible endurecimiento de la ley, fundamentalmente, "porque va en contra del interés de este colectivo", del que forman parte tanto bares de copas como tabernas y cafeterías.


Los restaurantes piden igualdad


Por su parte, José Luis Izuel, presidente de HORECA Restaurantes, que representa a unos 200 establecimientos de Zaragoza y provincia, se reafirmaba ayer en su postura de "tirar hacia adelante" si se reforma la ley vigente.


"La desigualdad que existe en la aplicación de la ley -solo los locales que tienen más de 100 metros cuadrados dedicados al público tienen la obligación de habilitar zonas para no fumadores- provoca que el fumador no se haya concienciado de que existe esa prohibición". Además, considera Izuel, este requisito raramente se cumple, "especialmente en los establecimientos de ocio nocturno", y critica que "la irresponsabilidad de los clientes la pagan los hosteleros", que han de convertirse en vigilantes de sus clientes para evitar las posibles sanciones. "La ley se hizo en su día para contentar a todo el mundo, pero eso no es posible", concluye Izuel, que asegura que "no pasaría nada" si se estableciera una ley totalmente restrictiva como la que existe en la mayor parte de los países europeos.


La intención de la DGA de avanzar en las medidas frente al tabaquismo surge del alarmante dato que señala que Aragón es una de las tres comunidades en las que se ha incrementado la venta de tabaco. Se calcula que unos 342.522 aragoneses son fumadores.