"Llegar a Bali es un gran cambio cultural"

El grupo de profesores aragoneses que están viajando por el sudeste asiático han dado un salto geográfico y cultural al dejar atrás Kuala Lumpur (la capital de Malasia) y aterrizar en la isla de Bali (Indonesia). "No me imaginaba un cambio cultural tan grande a solo unas horas de avión.

"Llegar a Bali es un gran cambio cultural"
"Llegar a Bali es un gran cambio cultural"
FERNANDO LOPE

El grupo de profesores aragoneses que están viajando por el sudeste asiático han dado un salto geográfico y cultural al dejar atrás Kuala Lumpur (la capital de Malasia) y aterrizar en la isla de Bali (Indonesia). "No me imaginaba un cambio cultural tan grande a solo unas horas de avión. En Bali, la mayoría de la población practica el hinduismo, lo que le imprime a la isla de un carácter muy distinto al de Malasia, de mayoría musulmana", cuenta Fernando Lope.

El primer día llegaron a Kuta, "una ciudad enorme conocida por su ambiente nocturno, sus playas para hacer surf y por la enorme cantidad de australianos postadolescentes en busca de una ola que los arrastre a la discoteca más cercana". Allí, Fernando y sus compañeros se reunieron con el resto del grupo (César, Ohiana, Dani y Laura) y lo celebraron con una cena, unas cervezas y unos bailes. "Aquí, la vida para el turista es mucho más barata: sueles comer por 2 euros, la cerveza cuesta 1,6 y una noche de hotel sale por 6 euros", señalan.

La siguiente ciudad que han visitado en Bali es Ubud, una localidad con menos turismo y que apuesta mucho por la artesanía. Destacan que los hoteles que se han encontrado son muy distintos a los occidentales. "Al principio, no sabes si estás entrando en un hotel o en un templo. La entrada suele tener impresionantes estatuas de piedra. Comienzas a caminar por un camino pavimentado con piedras y decorado con pétalos de flores. Luego pasas a un gran patio, con pequeños altares y, a los lados, las habitaciones en construcciones tradicionales. Son lugares muy tranquilos en los que te sientes casi obligado a hablar en voz baja", relatan.

También han visitado el templo de Besakih (el mayor templo hinduista de Bali, donde asistieron a una multitudinaria ofrenda), el volcán Batur y su lago, plantaciones de café y cacao, y cuevas sagradas en mitad de la jungla.

Y en los próximos días continuarán su viaje por Bali. Después quieren conocer las islas de Lombok y Gili.

 

La crónica completa

"No me imaginaba un cambio cultural tan grande a tan solo unas horas de avion desde Kuala Lumpur. Solo llevamos aquí tres días pero es suficiente para darse cuenta de que aquí no solo ocurre un cambio cultural, sino que hay otros factores importantes que hacen de esta isla un lugar tan especial. Para empezar, aquí ya no se lleva el islamismo, sino que la mayoría de la población practica el hinduísmo. Puede parecer algo trivial, pero esto le imprime a Bali un carácter muy distinto al de Malasia. Parece que aquí conservan mucho más las tradiciones y la arquitectura. Por todos los lugares te encuentras a gente vestida con el sarong atado a la cintura cubriendo las piernas y un vistoso udeng en la cabeza a modo de turbante. Sus facciones se alejan más de la china, con unas formas mas suaves y unos ojos menos rasgados y su piel es morena.


El primer día llegamos a Kuta, una ciudad enorme conocida por su ambiente nocturno, sus playas para hacer surf y por la enorme cantidad de australianos postadolescentes en busca de una ola que les arrastre a la discoteca más cercana. Allí nos reunimos con el resto del grupo: Cesar, Ohiana, Dani y Laura y lo celebramos por todo lo alto con una buena cena, unas cervezas y unos bailecitos. Aquí la vida para el turista es mucho más barata. Sueles comer por unos 2 euros y la cerveza sale por 1.6. Todos tuvimos que acostumbrarnos a los nuevos billetes, que están llenos de ceros. Para haceros una idea, fui a un cajero y saqué dos millones de rupias. Cansados de los armarios australianos y de los locales ofreciendo estupefacientes, decidimos volver al hotel (6 euros la noche) a descansar.


Al día siguiente nos dirigimos a Ubud, que es donde nos encontramos ahora. En Ubud apenas se ven 'pestas' (australianos) y el turismo se centra en el arte con todas sus disciplinas (música, danza, arquitectura, pintura, artesania,...). Aquí encontramos un alojamiento a buen precio y muy vistoso. Es curioso porque los hoteles son algo totalmente diferentes a lo que son en nuestra cultura. Al principio, no sabes si estás entrando en un hotel o en un templo ya que la entrada suele tener impresionantes estatuas de piedra. Comienzas a caminar por un camino pavimentado con piedras y decorado con petalos de flores. Entras en un gran patio con pequeños altares y las habitaciones (dobles) se encuentran en pequeñas construcciones tradicionales a los lados. La verdad es que son lugares muy tranquilos donde te sientes casi obligado a hablar en voz baja.


Despues de dejar nuestras mochilas en el hotel, pudimos visitar el colosal mercado central para comprar artesanía y tener un detalle al volver a casa. Tal mercado consiste en un laberinto de puestos donde puedes encontrar principalmente bisutería, ropa, tallas de madera y puestos de comida.


Hoy hemos hecho una ruta cultural en coche por los alrededores que nos ha llevado todo el día. Hemos parado en los siguientes lugares:

• Las cuevas del elefante: un templo en medio de la jungla donde hay una gruta en la que guardan tres piedras sagradas (muy parecidas a las de Indiana Jones y el Templo Maldito).

• El templo del agua sagrada, donde los fieles se sumergían en unas piscinas con agua que consideran sagrada y purificadora.

• Una plantacion de cafe, cacao, pinya, gengibre, canela,.... Allí hemos probado un café muy caro debido a que recogen los granos que se encuentran esparcidos por la selva, ya que un pequeño mamífero parecido a un hurón se los ha comido en la plantación y luego los han "digerido y evacuado".

• El volcán Batur y su lago. Sigue activo y en sus faldas no queda ni resto de la frondosa selva que lo rodea. También puede verse una enorme lengua negra que baja desde el cráter, de cuando expulsó lava en 1963.

• El templo de Besakih, que es el mayor templo hinduista de Bali. Allí hemos asistido a una multitudinaria ofrenda y hemos desgastado las baterías de nuestras cámaras.


Mañana saldremos hacia Lovina, en la costa norte, y aprovecharemos para visitar unos lagos que hay de camino. De allí viajaremos por la costa hacia el este hasta Amed, luego pasaremos a la isla de Lombok y de allí llegaremos a las islas Gili, donde termina nuestra ruta.