INCENDIOS

La rápida respuesta permite el control de nuevos fuegos

La rapidez de los servicios contra incendios consiguió que los nuevos fuegos declarados ayer en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y en El Palmar (Tenerife) fueran controlados, mientras que se pudieron estabilizar los que permanecían activos en Almería y la Comunidad Valenciana.


Entre los nuevos incendios declarados en las últimas horas y ya controlados se encontraba el registrado en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real), donde actuaron con rapidez el Servicio de Extinción de Incendios Forestales de Castilla-La Mancha (Infocam) y el servicio de guardería del mismo parque.


El director del Parque Nacional, Carlos Ruiz de la Hermosa, dijo que el incendio, el tercero en este paraje en los últimos tres años, se declaró en una zona de rastrojo próxima al cauce del río Guadiana, quemándose unas 20 hectáreas. También estaba prácticamente controlado un conato de incendio en la zona de El Palmar, en Buenavista del Norte (Tenerife).


Sin embargo, el incendio forestal que afectaba desde las 13.00 a una zona de pinar de la comarca cacereña de Las Hurdes contaba con tres focos activos, dos en Nuñomoral y un tercero en Vegas de Coria. El fuego comenzó en una zona de pinares cercana del primer término municipal y posteriormente se propagó hasta el segundo.


Tras una semana de intensa lucha contra el fuego, los incendios forestales que obligaron a desalojar viviendas, calcinaron miles de hectáreas y costaron la vida a seis personas estaban ya estabilizados o controlados. El incendio declarado el jueves en el paraje natural de Sierra de Cabrera, en Mojácar (Almería), quedó controlado y la superficie afectada ha sido de 2.600 hectáreas. Lo mismo ocurría con el de Uña (Cuenca), que ha asolado 1.200 hectáreas, aunque en la zona seguían trabajando cien personas para su extinción. También en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, el de Poyatos quemó 1.870 hectáreas.


En la Comunidad Valenciana, 14 incendios han arrasado 1.586,85 hectáreas desde el miércoles, cuando comenzó el primero en la Vall de Alcalà y la Vall de la Gallinera, al norte de Alicante. El de Segorbe (Castellón), que afectó a unas 900 hectáreas forestales y que fue intencionado, se encontraba estabilizado. Provocó el desalojo de 860 personas en Soneja. Y el de Pedreguer (Alicante), quedó controlado, como el de Onda (Castellón).


A pesar de esta situación, el Ministerio del Interior informó de que la alerta máxima de peligro de incendios en España se mantenía, por lo que prolongó las medidas de prevención.