ASESINATO DE MARTA DEL CASTILLO

La ex pareja confirma la coartada del hermano del asesino confeso

La ex pareja sentimental de Francisco Javier Delgado, hermano mayor del asesino confeso de la joven sevillana Marta del Castillo, ha confirmado este martes ante el juez que el hombre estuvo con ella la noche del crimen entre las 21 y las 23 horas, corroborando así su declaración de que no participó en la muerte de la chica ni se quedó limpiando los restos de sangre o las huellas en la casa donde se produjo el suceso. Además, los padres de la mejor se han personado este martes oficialmente como acusación particular en la causa, de forma que sus abogados puedan participar en los interrogatorios.


Según explicó el abogado defensor de Francisco Javier, la mujer ofreció un "testimonio contundente" ante el juez instructor, y confirmó su coartada que lo sitúa "fuera del lugar de los hechos".


Así, relató que el hermano de Miguel, que permanece en prisión incondicional como cómplice, había avisado de que esta tarde acudiría a la antigua casa familiar, donde se presentó en torno a las 21.05 y 21.10 horas. Allí permaneció todo el tiempo junto a ella, de la que está separado pero no divorciado, y la hija que tienen en común viendo una película hasta las 23 horas, y mantuvo en todo momento un comportamiento que definió como "normal".


Según declaró Francisco en su momento, salió de la casa donde vivía sobre las 20.30 horas, y tras pasar unas horas con su ex mujer, a continuación recogió con el coche a su actual compañera, en torno a las 23.30 horas, y se dirigieron juntos al bar en el que trabaja, donde permaneció hasta la madrugada. Precisamente esta mujer será llamada a declarar por la defensa el próximo martes para confirmar estos hechos.


Tras esta declaración, el abogado de Francisco ha vuelto a solicitar que su defendido sea puesto en libertad alegando su inocencia y desconocimiento de los hechos. El letrado insistió en que la única declaración que sitúa al hermano de Miguel en la casa fue la del otro menor implicado, un joven apodado 'El Cuco', y trató de restar valor a este testimonio. "Tiene miedo y está intentando buscar una excusa para tener una pena menor", señaló a la puerta de los juzgados. Ante la Policía, 'El Cuco' relató que cuando llegó a la vivienda en la que residían ambos hermanos, se encontró a Francisco y éste le amenazó de muerte con una pistola si revelaba lo sucedido.


Frente a la Policía


El testimonio de Francisco, similar al que mantiene Miguel, contrasta con la versión de la Policía, sostiene que éste sí estuvo presente en la casa a las 20 horas del 24 de enero, momento en que -a falta de concretar la hora exacta de la muerte con la autopsia del cuerpo- sitúan la muerte de Marta tras recibir un golpe con un cenicero por parte de Miguel Carcaño. Posteriormente, Miguel y sus dos amigos, Samuel y 'El Cuco', se desplazaron hasta el río para deshacerse del cuerpo, mientras que supuestamente Francisco se quedó limpiando la vivienda de cualquier resto de sangre en el suelo o la ropa, ya que cuando por la noche la familia de Marta acudió allí a buscarla la casa estaba limpia.


Antes de iniciar la toma de declaración a los testigos, el juez ha recibido a los padres de la adolescente fallecida, Antonio del Castillo y Eva Villanueva, que han decidido personarse como acusación particular y durante media hora han ratificado la denuncia que en su momento realizaron ante la Policía.


Los progenitores de Marta han entregado al instructor diversa documentación, especialmente agendas de su hija, y han salido de las dependencias judiciales por una puerta lateral para evitar hacer declaraciones a los medios de comunicación, como les han recomendado sus abogados.


Mientras continúa la fase judicial para tratar de esclarecer las circunstancias en las que se produjo la muerte y desaparición de Marta, las fuerzas de Seguridad mantienen el dispositivo en el Guadalquivir, donde los implicados confesaron haber arrojado el cuerpo. La búsqueda, que se prolonga ya por quince días, se ha extendido entre la presa de Alcalá del Río y la desembocadura del Guadalquivir, así como a los arrozales y cultivos que hay en las orillas. Los coordinadores del dispositivo, formado por casi 300 agentes y que cuenta con el apoyo de perros adiestrados y helicópteros, se mantendrá hasta que aparezcan los restos de la joven o las autoridades decidan suspender el rastreo.