BELLA Y SOSTENIBLE

La ciudad ecológica del futuro

El arquitecto Norman Foster construye en el emirato de Abu Dabi la urbe de Masdar, que no emitirá gases contaminantes y producirá su propia energía reutilizando los residuos que generen sus habitantes

Veinte kilómetros al sureste de Abu Dabi se levanta Masdar, donde los dólares del petróleo construyen una ciudad que no necesita combustibles fósiles. Libre de emisiones de gases y abastecida solo por energías renovables, todos los residuos que genere se reciclarán o eliminarán con procesos no contaminantes.


Por sus calles no circularán más vehículos que trenes ligeros y taxis eléctricos automatizados que transitarán sin necesidad de conductor. Masdar es una iniciativa del gobierno de Abu Dabi diseñada por la firma británica Foster & Partners, del arquitecto Norman Foster, que ha contado para el proyecto con un presupuesto de 15.000 millones de euros. Iniciada en 2006, se espera que las labores de construcción estén concluidas en 2014, aunque los primeros habitantes llegarán el próximo año.


Toda la ciudad está proyectada para minimizar las necesidades energéticas. El trazado de las calles está diseñado para facilitar la continua circulación del viento. Las avenidas serán estrechas y sombrías para favorecer los desplazamientos a pie dentro del calor desértico. Los edificios, cuyo diseño y agrupación respetarán la tradición arquitectónica del lugar, tendrán en su mayoría entre cuatro y seis pisos y no superarán en ningún caso los 40 metros de altura. La distancia hasta el transporte más cercano en Masdar nunca rebasará los 150 metros. El recinto urbano, que en conjunto tiene una extensión de seis kilómetros cuadrados, acogerá a unos 50.000 habitantes y 15.000 comercios, además de 40.000 trabajadores que acudirán diariamente.


Una gran planta solar fotovoltaica proveerá de energía a las labores de construcción. Una vez finalicen estos trabajos, esta planta se eliminará y su espacio se utilizará para ampliar la ciudad. En las afueras se situarán granjas eólicas y centrales de valorización energética, que aprovecharán residuos para la obtención de energía. Masdar también contará con una importante planta de hidrógeno. Aquellos residuos no reciclables se quemarán en ausencia de oxígeno, proceso que elimina la emisión de carbono. Los residuos sólidos se utilizarán para tierra y abono, y los industriales serán reutilizados.


Controversia


Aunque algunos escépticos consideran que el proyecto no es más que un lavado de cara para el emirato de Abu Dabi, que sufre importantes problemas urbanísticos y medioambientales, la iniciativa cuenta con el apoyo de WWF/ Adena. "No se puede olvidar cómo están haciendo las cosas en este emirato; su consumo de energía y emisiones son desorbitados", reconoce Heikki Mesa, especialista de la asociación en materia energética, "pero es positivo que quieran cambiar de modelo y apostar por la sostenibilidad".


Juanjo Gabiña, experto en ingeniería ambiental y desarrollo sostenible, también considera la iniciativa Masdar como un gran avance, aunque avisa que este tipo de proyectos deberían haberse iniciado hace décadas. "Masdar desarrolla los tres principios básicos de la sostenibilidad: no consume hidrocarburos fósiles, las emisiones de gases son cero y no produce residuos".