MERCADO

La borraja impone su ley en la plaza José Sinués

De entre todos los productos de temporada, la borraja y las acelgas fueron ayer las 'reinas' del octavo mercado agroecológico que se celebraba en Zaragoza.

Estampa de uno de los puestos en la plaza José Sinués.
La borraja impone su ley en la plaza José Sinués
CARLOS MONCÍN

Lo que ayer desfilaba por la parte trasera del Teatro Principal no eran artistas ni cazautógrafos: la atención se la llevaban las furgonetas cargadas de brillantes calabazas, jugosos tomates y acelgas y borrajas, que "se me las llevan de las manos, oiga". Allí, en la plaza José Sinués, se celebró el octavo encuentro local agroecológico que se montaba en Zaragoza, además, con la magia del ambiente de un mercadillo de antaño, con sus pesajes antiguos, sus bolsas de caña y, lo mejor, la cómplice relación entre el comprador y el vendedor. "Consumir sano, sabroso y seguro" es el lema de estas citas y, aunque se celebran solo los sábados, que no sufran los amantes de la azada y el buen comer porque el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica tiene una agenda que ni la de Obama... De momento, anuncian citas hasta el 19 de diciembre y, además, sus puestos ambulantes irán rotando por diversos barrios de la ciudad: Arrabal, Las Fuentes, Delicias?

 

"Como ofrecemos una pequeña degustación, la gente se para y pregunta", comenta Carmen Santaliestra, mientras atiende el puesto de aceite ecológico Ecostean. "Nuestro aceite viene del Somontano, de un molino familiar que produce desde 1931", explica a un eventual comprador. "Se trata de reducir el ciclo de consumo y de distancia para establecer lazos entre los agricultores y los consumidores", explica Carlos Polo, uno de los organizadores. También, entre sus pretensiones, figuran las de "establecer lazos entre agricultores y consumidores", así como "dar a conocer los huertos existentes en la ciudad".

 

En algunos puestos andaban ayer apurados porque la soleada jornada y el éxito de la convocatoria estaba agotando las existencias. "Siempre damos a conocer productos de temporada, de la tierra -nunca mejor dicho- y, ahora, las acelgas y borrajas están arrasando", comentaba Polo, al tiempo que algunos visitantes, bien pertrechados con bolsas de tomates, se confesaban enamorados de una brillante calabaza de más de seis kilos que se 'exhibía' en unos de los puestos.

 

Darío Testón, del grupo de consumo Huértatelo, entregaba a los visitantes folletos sobre la seguridad alimentaria, sistemas de autogestión, cooperativas, educación ambiental... En su grupo reflexionan sobre la existencia de otras formas de crecimiento y consumo. "Ahora, con la crisis, se habla mucho de cambiar de modelo, pero son pocos los que se atreven a intentarlo y a dar el salto. El éxito de estos mercadillos evidencia que existe una demanda, que puede dar nueva vida al entorno rural".