DESAPARICIÓN

El caso del gurmé de cinco tenedores

Los Mossos d' Esquadra investigan la desaparición de un gastrónomo suizo que fue visto por última vez el pasado 14 de junio tras cenar en el restaurante El Bulli, de Rosas (Gerona).


Fuentes de la policía catalana han confirmado que los Mossos están investigando este caso, que ayer adelantó el diario "La Vanguardia", después de que los responsables de este restaurante, propiedad de Ferran Adrià, les comunicaran la extraña desaparición del crítico suizo, Pascal Henry, de 46 años


Según las mismas fuentes, tras acabar de cenar con toda normalidad, el gastrónomo salió del restaurante al parecer para ir a buscar una tarjeta para entregarla a los responsables del Bulli, si bien ya no volvió.


Además, dejó encima de la mesa donde había degustado las delicias culinarias de Ferran Adrià un sombrero y una libreta en la que anotaba las impresiones gastronómicas de sus ágapes en más de sesenta afamados restaurantes de toda Europa.


Los Mossos d`Esquadra empezaron a investigar el caso pese a que oficialmente no se había recibido ninguna denuncia por su desaparición, que llegó posteriormente a través de la Interpol, después de que se formalizara la denuncia en Suiza.


Desde entonces, han rastreado la zona cercana al restaurante -enclavado en una zona montañosa junto a varias calas de la Costa Brava, y han tratado, por el momento infructuosamente, de hallar alguna pista sobre su paradero.


Periplo por los restaurantes


Este ciudadano suizo, apadrinado por el chef francés Paul Bocuse, se había propuesto visitar los 68 restaurantes distinguidos con tres estrellas Michelin en un par de meses; su periplo acabó misteriosamente tras cenar en El Bulli, la etapa número cuarenta de su particular viaje gastronómico.


El restaurante del chef francés fue el primero del recorrido de Henry, el 5 de mayo, y desde entonces la presencia del gurmé suizo en los otros establecimientos estaba siempre precedida de un fax de Bocuse en el que pedía a sus colegas que le dispensaran un buen trato. "Quería que fuera recibido en todas partes con la misma calidez", explicó el cocinero al diario "La Tribune", de Ginebra.


Bocuse le regaló además un cuaderno en el que todos los chefs debían anotar el menú que le habían servido, tal como él acababa de hacer. Dicho cuaderno se quedó sobre la mesa tras su última cena.


"Acabó de cenar, dijo que salía un momento a buscar una tarjeta de visita y ya no volvió", narró el director del restaurante y socio de Ferran Adrià, Juli Soler. Este, muy afectado, describió lo ocurrido como un "desastre". Al cabo de unas horas el restaurante notificó la desaparición del cliente, que no acabó "en ningún hotel ni hospital", y del que se ignoraba dónde se alojaba. La única certeza de Soler es que Henry no acudió a sus siguientes citas en el País Vasco.